Según
el Banco de España, al cierre de diciembre, la aplicación de los esquemas de
protección de activos (EPA) suponía pérdidas de 6.506 millones de
euros
La ayuda
financiera pública que el Estado ha destinado a las entidades financieras
españolas desde que comenzó el proceso de reestructuración del sistema
financiero, en mayo de 2009, asciende
a 61.366 millones de euros, según ha informado hoy el Banco de España.
En una nota, el
organismo precisa además que, al cierre de diciembre, la aplicación de los
esquemas de protección de activos (EPA) suponía
pérdidas de 6.506 millones de euros, que ya están provisionados en los
estados financieros del Fondo
de Garantía de Depósitos y del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB).
La aplicación
de estos instrumentos ha permitido garantizar carteras crediticias e
inmuebles adjudicados cuyo
importe se eleva a 35.681 millones de euros; en determinados casos, «se
producirán pérdidas que no se podrán conocer hasta el final del periodo de
vigencia de cada uno de ellos».
Estos más de
61.000 millones de euros comprenden distintos tipos de instrumentos que
computan como capital que se ha prestado a las entidades, aunque no están incluidos los avales del
Estado a las emisiones de entidades de crédito ni los apoyos privados a los procesos de recapitalización
o reestructuración.
Estos avales
concedidos por el Estado, señala el Banco de España, reducen el coste del
proceso para el Tesoro Público, ya que se cancelan a medida que
vencen dichas emisiones.
El organismo
recuerda que estas ayudas, que han
sido aprobadas por la Comisión Europea ,
se han acordado «conforme a los criterios» del órgano ejecutivo europeo.
Asimismo,
destaca que la información disponible a nivel europeo es «bastante heterogénea
y dispersa», por lo que se muestra partidario de «impulsar la publicación de
información armonizada» y por tanto comparable, de los programas de
asistencia de los que se han beneficiado distintos sistemas bancarios nacionales
en los últimos años.
De las ayudas a la banca española, BFA Bankia se ha llevado la mayor parte,
22.424 millones de euros, seguida de CatalunyaBanc, con 12.052 millones, y NCG
Banco, con 8.981 millones.
Caixabank, que
integró Banca Cívica, Caja
Navarra, Caja Canarias, Caja Burgos, Caja sol y Caja guadalajara, recibió
5.438 millones de euros, más 977 que ya devolvió en abril de este año,
procedentes de las ayudas recibidas por Banca Cívica para su integración en el
grupo.
Banco
Sabadell recibió 5.249 millones, que fueron
inyectados en la Caja
de Ahorros del Mediterráneo (CAM)
antes de ser comprada por el banco, y otros 245 millones que suscribió el FROB
en el Banco Gallego.
Liberbank recibió en total 1.806 millones de euros, en tanto que
para BMN -formado por Caja Murcia, Caixa Penedés, Sa Nostra y Caja Granada-
fueron a parar 1.645 millones, y a Unicaja Banco, 1.129 millones a través de
Banco Ceiss, que fue adquirida en julio de este año.
Las entidades integradas en BBVA a
través de UNNIM -Caixa
Sabadell, Caixa Terrasa y Caixa Manlleu- recibieron 953 millones de euros, y
por último Ibercaja -que componen Caja 3, CAI, Caja círculo de Burgos y Caja
Badajoz- recibieron 407 millones de euros.
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