DICE QUE NO CORRÍAN
RIESGO DE CONTAGIO
Aena
ocultó durante nueve meses la existencia de hasta cuatro brotes de legionella
en el Centro de Control de Tránsito Aéreo de Torrejón de Ardoz, el lugar desde
el que se controla la navegación aérea de Madrid y de buena parte de España.
Los cerca de 450 controladores aéreos que trabajan en esas instalaciones en
diferentes turnos se enteraron hace una semana del hallazgo, en junio, de
varios brotes de la bacteria en dos torres de refrigeración de las
instalaciones. Han presentado una denuncia ante la Inspección de Trabajo y
Seguridad Social por lo que consideran un grave incumplimiento de la Ley de Prevención de Riesgos
Laborales. Aena, por su parte, defiende
que los controladores nunca estuvieron bajo peligro.
Los
últimos brotes de la bacteria se detectaron a finales del pasado mes de junio,
entre los días 20 y 29, tal y como pone de manifiesto el análisis llevado a
cabo por Control
Microbiológico SL a
instancias de Aena, al que ha tenido acceso El Confidencial. El informe, firmado por Ignacio Elías, destaca la existencia de parámetros
significativamente elevados de legionella pneumophila y también de microorganismos aeróbicos
tanto a 36 grados como a 22 en la torre de refrigeración número uno del Centro
de Control. Parámetros que, según el análisis de esta empresa, aparecieron en
niveles hasta 76 veces por encima de lo que establece la normativa estatal en
el Real Decreto 865/2003 por el que se establecen los criterios
higiénico-sanitarios para la prevención y control de la legionelosis.
Un
portavoz de Aena explicó a este diario que “los únicos puntos que dieron
positivo en legionela fueron las torres de refrigeración que están ubicadas en
la parcela del Centro de Control de Madrid” y que no se ha hallado ningún otro
foco de la bacteria en el sistema de refrigeración de las instalaciones. Aena
asegura, además, que “estas torres están rodeadas de un muro perimetral que impide el
acceso a personal no autorizado y suficientemente elevadas y alejadas
del edificio principal”, por lo que sólo suponían un riesgo para “los
trabajadores que trabajan en el mantenimiento de dichas torres de
refrigeración”. “Ningún otro trabajador ha estado expuesto en ningún momento a
este riesgo, ni del Convenio de Grupo ni del Convenio de Control, y por ello no
han sido informados a este respecto”, explican taxativamente.
No opinan
igual los controladores, que el pasado 5 de septiembre presentaron una denuncia
ante la Inspección
de Trabajo en la que argumentan que se ha incumplido la Ley de Prevención de Riesgos
Laborales. “La torre de refrigeración infectada abastece zonas de oficinas y
de paso común muy frecuentadas por los controladores y el
edificio donde se produce el brote es en una zona donde los controladores
pasean en sus periodos de descanso e, incluso, un pequeño gimnasio”, explican
fuentes de USCA, Unión Sindical de Controladores Aéreos.
El
sindicato arguye también que, cuando pidieron explicaciones a Aena sobre lo
sucedido, se les comunicó la existencia de otros tres brotes durante el año
pasado, “de los que tampoco se ha informado a pesar de las reuniones del comité
de seguridad y salud”. Por ello que, en su denuncia, señalan que en todo este
tiempo, nueve meses, ha habido cuatro casos “de neumonía de etiología
desconocida, no pudiendo los trabajadores afectados informar a su médico de la
posibilidad de contagio por legionela al desconocer esta circunstancia, ni
informar al servicio médico de la empresa”. Además,
hay algunos trabajadores “muy vulnerables” que,
según la USCA ,
deberían haber sido advertidos para poder tomar medidas preventivas adecuadas.
Aena
explica que analiza mensualmente el estado de las torres de refrigeración y
defiende que, en todo momento, ha
seguido "escrupulosamente" el protocolo que prevé la ley “y las acciones a llevar en este tipo
de casos, comunicadas y verificadas por la Inspección de Sanidad
de la Comunidad
de Madrid”. Entre ellas, el balizamiento de la zona de afección y el
tratamiento de choque de desinfección y limpieza que establece el Real Decreto
865/2003. También aseguran que se informó a los delegados de Prevención de
Riesgos Laborales de los trabajadores afectados (sólo los técnicos de
mantenimiento), a los trabajadores expuestos al riesgo y a los que
suministraron los equipos de protección necesarios.
El
brote de legionela detectado en las torres de refrigeración pone en evidencia,
una vez más, según USCA, la
no existencia de una sala de contingencias en el
Centro de Control desde la que se pueda controlar el tráfico aéreo en casos de
emergencia ante un posible desalojo de las instalaciones.
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