jueves, 12 de septiembre de 2013

AENA OCULTÓ A LOS CONTROLADORES 4 BROTES DE LEGIONELA EN EL CENTRO DE CONTROL

DICE QUE NO CORRÍAN RIESGO DE CONTAGIO

Aena ocultó durante nueve meses la existencia de hasta cuatro brotes de legionella en el Centro de Control de Tránsito Aéreo de Torrejón de Ardoz, el lugar desde el que se controla la navegación aérea de Madrid y de buena parte de España. Los cerca de 450 controladores aéreos que trabajan en esas instalaciones en diferentes turnos se enteraron hace una semana del hallazgo, en junio, de varios brotes de la bacteria en dos torres de refrigeración de las instalaciones. Han presentado una denuncia ante la Inspección de Trabajo y Seguridad Social por lo que consideran un grave incumplimiento de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales. Aena, por su parte, defiende que los controladores nunca estuvieron bajo peligro.
Los últimos brotes de la bacteria se detectaron a finales del pasado mes de junio, entre los días 20 y 29, tal y como pone de manifiesto el análisis llevado a cabo por Control Microbiológico SL a instancias de Aena, al que ha tenido acceso El Confidencial. El informe, firmado por Ignacio Elías, destaca la existencia de parámetros significativamente elevados de legionella pneumophila y también de microorganismos aeróbicos tanto a 36 grados como a 22 en la torre de refrigeración número uno del Centro de Control. Parámetros que, según el análisis de esta empresa, aparecieron en niveles hasta 76 veces por encima de lo que establece la normativa estatal en el Real Decreto 865/2003 por el que se establecen los criterios higiénico-sanitarios para la prevención y control de la legionelosis.
Un portavoz de Aena explicó a este diario que “los únicos puntos que dieron positivo en legionela fueron las torres de refrigeración que están ubicadas en la parcela del Centro de Control de Madrid” y que no se ha hallado ningún otro foco de la bacteria en el sistema de refrigeración de las instalaciones. Aena asegura, además, que “estas torres están rodeadas de un muro perimetral que impide el acceso a personal no autorizado y suficientemente elevadas y alejadas del edificio principal”, por lo que sólo suponían un riesgo para “los trabajadores que trabajan en el mantenimiento de dichas torres de refrigeración”. “Ningún otro trabajador ha estado expuesto en ningún momento a este riesgo, ni del Convenio de Grupo ni del Convenio de Control, y por ello no han sido informados a este respecto”, explican taxativamente.
No opinan igual los controladores, que el pasado 5 de septiembre presentaron una denuncia ante la Inspección de Trabajo en la que argumentan que se ha incumplido la Ley de Prevención de Riesgos Laborales. “La torre de refrigeración infectada abastece zonas de oficinas y de paso común muy frecuentadas por  los controladores y el edificio donde se produce el brote es en una zona donde los controladores pasean en sus periodos de descanso e, incluso, un pequeño gimnasio”, explican fuentes de USCA, Unión Sindical de Controladores Aéreos.
El sindicato arguye también que, cuando pidieron explicaciones a Aena sobre lo sucedido, se les comunicó la existencia de otros tres brotes durante el año pasado, “de los que tampoco se ha informado a pesar de las reuniones del comité de seguridad y salud”. Por ello que, en su denuncia, señalan que en todo este tiempo, nueve meses, ha habido cuatro casos “de neumonía de etiología desconocida, no pudiendo los trabajadores afectados informar a su médico de la posibilidad de contagio por legionela al desconocer esta circunstancia, ni informar al servicio médico de la empresa”. Además, hay algunos trabajadores “muy vulnerables” que, según la USCA, deberían haber sido advertidos para poder tomar medidas preventivas adecuadas.
Aena explica que analiza mensualmente el estado de las torres de refrigeración y defiende que, en todo momento, ha seguido "escrupulosamente" el protocolo que prevé la ley “y las acciones a llevar en este tipo de casos, comunicadas y verificadas por la Inspección de Sanidad de la Comunidad de Madrid”. Entre ellas, el balizamiento de la zona de afección y el tratamiento de choque de desinfección y limpieza que establece el Real Decreto 865/2003. También aseguran que se informó a los delegados de Prevención de Riesgos Laborales de los trabajadores afectados (sólo los técnicos de mantenimiento), a los trabajadores expuestos al riesgo y a los que suministraron los equipos de protección necesarios.
El brote de legionela detectado en las torres de refrigeración pone en evidencia, una vez más, según USCA, la no existencia de una sala de contingencias en el Centro de Control desde la que se pueda controlar el tráfico aéreo en casos de emergencia ante un posible desalojo de las instalaciones. 

 



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