El
descenso de la actividad económica y la pérdida de puestos de trabajo están
detrás de la caída en picado de los accidentes laborales registrados en
Córdoba, dos factores a los que, según los sindicatos UGT y CCOO, también se
suman el "enmascaramiento" de muchos siniestros como incidencias
comunes o la falta de declaración del accidente por parte del trabajador, que
continúa acudiendo a su empleo pese a haberlo sufrido.
Los datos de Empleo señalan que en los últimos cinco años los
accidentes en el tajo se
han reducido de forma continuada hasta anotar un 60% menos en el año 2013,
cuando la provincia ha contabilizado 3.494 durante el primer semestre. No
obstante, el secretario general de Salud Laboral de UGT, Manuel Torralba,
estima que "no se está denunciando al menos el 50% de los casos". El
sindicalista cree que a veces los trabajadores acuden al médico aludiendo
"una incapacidad no producida en el trabajo", y aclara que la
diferencia consiste en que este tipo de bajas laborales "las pagamos
todos", mientras que la empresa responde por las causadas en su centro.
Además, señala que "hay muchas formas de indicar el camino a alguien que
está en precario y más con el paro que hay en Córdoba".
Por su parte, el secretario general de Salud Laboral de CCOO,
Carlos Núñez, advierte de que "hay mucha gente que no se da de baja aunque
se haya accidentado", y precisa que "hay que insistir más en la
información y la formación", así como "dar medios a la inspección
para que pueda llevar a cabo una labor más exhaustiva". También ha aludido
al descenso de accidentes mortales (en el primer semestre hubo 1 frente a los 4
del mismo periodo del 2012), pero insiste en que "no podemos verlos como
algo normal". El descenso de la siniestralidad también ha motivado que los
accidentes graves hayan caído a la mitad en cinco años, sumando 59 en el primer
semestre del 2013.
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