jueves, 22 de agosto de 2013

CANDIDIASIS

¿Sabes que es la candidiasis?  ¿A que se debe?  ¿Que síntomas aparecen?  ¿Cómo tratarla?


La levadura común Candida albicans está presente en todas las personas. Vive normalmente en el tubo digestivo con la función de eliminar los restos de comidas (péptidos) del sistema digestivo. Su papel es pues vital y no causa problema alguno…salvo cuando se multiplica y por consecuente, provoca una serie de alteraciones tanto a nivel digestivo-bucal, endocrino, urogenital, nervioso como inmunitario- alérgico. Se trata de una enfermedad importante y frecuente llamada Candidiasis. Vemos que pasa de ser una levadura beneficiosa a un hongo nocivo porque el número de quienes la controlan, unas bacterias que residen también en el tubo digestivo llamadas Bífidus y Acidófilus, es insuficiente y no pueden mantener el pH ácido necesario para proteger la mucosa intestinal y evitar la proliferación de las Cándidas. Por lo tanto, el equilibrio de la flora intestinal es básico para mantenernos sanos.
En el estado de hongo, produce como unas “raíces” grandes que pueden penetrar en la mucosa intestinal, enquistándose a ella o pasar directamente a la circulación sanguínea, facilitando así el paso de muchas toxinas a ciertos órganos o tejidos de nuestro cuerpo. La Cándida albicanslibera por lo menos 80 sustancias químicas, la más conocida es el acetildehido. Nuestro organismo se enfrenta a tales invasiones generando anticuerpos, hasta tal punto que en su confusión, los fabrica sin cesar y de forma innecesaria, lo que provoca reacciones de tipo alérgico frente al polvo, cambios de temperatura y humedad, olores fuertes (pintura, gasolina, perfumes, humo de tabaco…), cremas, etc. Nuestro sistema de defensas queda cada vez más debilitado mientras que la Cándida prolifera sin cesar.
Ante tal efecto deberíamos ante todo preguntarnos qué es lo que puede llegar a alterar nuestra flora intestinal?
Sus posibles causas.
§                       Los antibióticos, antiácidos, laxantes.
§                       La píldora anticonceptiva.
§                       Los corticoides, anti-ulcerosos e antiinflamatorios.
§                       La ausencia de secreciones y enzimas digestivas.
§                       El estrés e insomnio.
§                       El estreñimiento y/o diarrea.
§                       Las enfermedades que debilitan las defensas como el cáncer, la diabetes y las enfermedades tiroideas.
§                       La quimioterapia y radioterapia.
§                       El embarazo( los recién nacidos pueden adquirirla de la madre).
§                       Las infecciones vaginales crónicas.
§                       El deterioro de la función hepática, órgano clave para ganar la batalla y filtrar las toxinas de la Cándida y reducir al máximo los posibles síntomas del Síndrome Herxheimer.
§                       Los malos hábitos alimentarios en el que hay:
§                                      Falta de nutrientes sobre todo de hierro o zinc, vitamina A, B6 y B9, ácidos grasos esenciales y magnesio.
§                                     Exceso de azúcares y de carbohidratos refinados. Consumo habitual de agua del grifo (cloro y flúor). Intoxicación por metales pesados.
Diagnóstico: suele ser difícil de establecer pero contamos con pruebas de citología, de heces, de orina, analíticas y lo más importante, mediante una evaluación detallada del paciente ( síntomas, historia clínica, dieta…).

Síntomas
1.                    Indigestión, náuseas, mal aliento, flatulencias, hinchazón abdominal, estreñimiento, diarrea, picores o irritación en el ano, colon irritable. Deseo por los carbohidratos y el dulce.
2.                    Aftas bucales, estomatitis, sinusitis, rinitis, anginas, laringitis, faringitis, afonía, otitis y conjuntivitis, tos, bronquitis, asma alérgica, necesidad de orinar con urgencia y escozor y picor vaginal.
3.                    Eczema, acné, urticaria, psoriasis.
4.                    Dolores y rigidez articular, adormecimiento y hormigueos, artritis, debilidad muscular, cefaleas y migrañas recidivantes, mala memoria y falta de concentración por las toxinas depositadas.
5.                    Depresión, ansiedad, irritabilidad, variaciones en el estado de ánimo, trastornos del comportamiento ( autismo, hiperactividad..) por la reacción del acetildehido con el neurotransmisor dopamina y del indol con la serotonina.
6.                    Molestias premenstruales, menstruaciones irregulares y dolorosas, trastornos en la menopausia e infertilidad porque la progesterona se liga a la Cándida en vez de llegar a su verdadero destino. Retención de líquidos.
7.                    Alergias e intolerancias alimentarias y químicas debilitando el sistema inmune.
8.                    Falta de energía, levantarse cansado/a a las mañanas y fatiga general crónica. Dolor de cabeza, mareos.
Se ha comprobado que el 60 % de los casos se presentan en mujeres, el 20% en hombres y el 20% en niños.

Tratamiento
Dieta
Se evitará el azúcar blanco e integral, la bollería industrial, el chocolate, los pasteles, las galletas, los caramelos, la miel, cualquier tipo de edulcorante, la fruta (sus zumos y desecada también). Los hidratos de carbono refinados y cereales con gluten( trigo, avena, cebada, centeno, kamut, couscous, bulgur) e infusiones que los contengan.  La leche de vaca, los quesos, la nata, mantequilla y margarina.  Los fermentados como vinagres, chucrut y la soja (tamari, salsa de soja, miso, tempeh). El alcohol, café y té, pistachos, cacahuetes, anacardos, champiñones, setas y levaduras. Nada de cerdo salvo el jamón de belota biológico. Los aditivos y conservantes que alteran los sistemas enzimáticos.
Limitar las patatas, boniato, yuca y el maíz por su elevado índice glucémico.
A partir de la segunda fase del tratamiento empezaremos a tomar con moderación: manzanas, arándanos, cerezas, peras y yogures de cultivo biológico.
Potenciar todos los vegetales (salvo la zanahoria, calabaza y la remolacha), germinados de alfalfa, jengibre, las pipas de calabaza, semillas de sésamo, la cebolla, el ajo, nabo daikon, algas, perejil, las legumbres (incluida la soja texturizada), el pescado, las aves de corral biológicas y con menos frecuencia, la carne roja biólogica (1/semana) y los huevos biológicos (2/semana). Los granos integrales sin gluten como la quinoa, el arroz, el amaranto, el mijo y el trigo sarraceno. El aceite de oliva virgen de 1ª presión en frío. Beber mucho líquido durante y después del tratamiento, 2 litros al día.


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