Cada
verano muchos trabajadores son víctimas del calor, especialmente aquellos que
desarrollan su actividad al aire libre. Ciertos trabajos en obras públicas, en
construcción, o en agricultura, conllevan la exposición de los trabajadores a
temperaturas muy elevadas en los meses más calurosos y en las zonas más cálidas
de nuestro país.
El estrés térmico por calor puede originar diversos daños a la salud, desde calambres, deshidratación, agotamiento por calor o golpe de calor. Este último es irreversible, de suma gravedad y puede llegar a ocasionar la muerte. Por ello, es fundamental que, tanto trabajadores como empresarios, tomen conciencia del riesgo de trabajar con calor.
Para más información, puede consultarse el documento "Trabajar con calor" elaborado por el Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo (INSHT). En él se describen los principales factores de riesgo que intervienen en el estrés térmico por calor; los síntomas asociados al golpe de calor y la actuación recomendada a seguir en caso de que el trabajador lo sufra. Asimismo, recoge un conjunto de medidas preventivas generales para eliminar o reducir dicho riesgo.
El estrés térmico por calor puede originar diversos daños a la salud, desde calambres, deshidratación, agotamiento por calor o golpe de calor. Este último es irreversible, de suma gravedad y puede llegar a ocasionar la muerte. Por ello, es fundamental que, tanto trabajadores como empresarios, tomen conciencia del riesgo de trabajar con calor.
Para más información, puede consultarse el documento "Trabajar con calor" elaborado por el Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo (INSHT). En él se describen los principales factores de riesgo que intervienen en el estrés térmico por calor; los síntomas asociados al golpe de calor y la actuación recomendada a seguir en caso de que el trabajador lo sufra. Asimismo, recoge un conjunto de medidas preventivas generales para eliminar o reducir dicho riesgo.