Con motivo de la
presentación del Informe sobre la salud en el mundo 2013, la directora general
de este organismo de Naciones Unidas, Margaret Chan, ha descrito la cobertura
universal como "el concepto más poderoso que la salud pública puede
ofrecer", ya que a su juicio es "la mejor manera de consolidar los
avances en salud de la última década".
El informe muestra cómo
pueden los países, a la hora de desarrollar un sistema de cobertura sanitaria
universal, servirse de la investigación para determinar los problemas de salud
a afrontar, cómo debe estructurarse el sistema, y cómo han de medirse los
progresos realizados en función de su situación sanitaria específica.
Además, el informe revela
que, de media, la inversión nacional en investigación en los países de ingresos
bajos y medios viene creciendo un 5 por ciento anual.
Esta tendencia se observa
especialmente en las economías emergentes como el Brasil, China y la India , países todos ellos
que han adoptado el concepto de cobertura sanitaria universal.
Los estudios de casos
realizados en muchos países demuestran la importancia que para mejorar la salud
revisten las investigaciones nacionales y mundiales, investigaciones que
abarcan desde la prevención y el control de enfermedades específicas hasta la
mejora del funcionamiento de los sistemas de salud. Los resultados de esos
estudios hacen hincapié en la necesidad crucial de emprender investigaciones a
nivel local, para que los investigadores puedan tener en cuenta los factores
específicos más importantes en cada país.
"Las investigaciones
para una cobertura sanitaria universal no son un lujo; son, ante todo,
fundamentales para el descubrimiento, el desarrollo y la realización de las
intervenciones que se necesitan para mantener la buena salud", señala el
informe.
Por otro lado, el informe
muestra también como, gracias a la colaboración internacional, está aumentando
el número de publicaciones sobre investigaciones sanitarias.
LOS PAÍSES EN DESARROLLO TAMBIÉN INVESTIGAN
De hecho, científicos de
países de ingresos bajos y medios participan cada vez más en esas
colaboraciones, aunque los países de ingresos altos siguen predominando en la
mayoría de los estudios. China brinda un ejemplo: entre 2000 y 2010, la proporción
mundial de investigadores chinos como coautores de investigaciones publicadas
aumentó del 5 al 13 por ciento.
Brasil, la India y otros países también
han aumentado su participación en las publicaciones de investigación. Sin
embargo, aunque las investigaciones están aumentando en general, lo están
haciendo de forma desigual.
"Todas las naciones
deben ser tanto productoras como consumidoras de investigaciones. La
creatividad y la competencia de los investigadores son la piedra angular de los
programas académicos y de salud pública", ha reconocido Christopher Dye,
director de la Oficina
de Información Sanitaria, VIH/Sida, Tuberculosis, Malaria y Enfermedades
Tropicales Desatendidas, y autor principal del informe.
Además, este experto apunta
que "la existencia de un amplio abanico de estudios de investigación
básica y aplicada es fundamental para lograr la cobertura sanitaria universal,
pero el desfase entre los conocimientos teóricos y la acción se está
corrigiendo muy lentamente". "Tenemos que acelerar el proceso de
acercamiento entre investigadores e instancias decisorias, a fin de mejorar la
cobertura de servicios de salud", añade.
Y para responder a esos
retos, alienta a los donantes internacionales y los gobiernos nacionales no
solo a invertir en investigación, sino también a respaldar los mecanismos de
intercambio de información y datos, fortalecer la formación en investigación y
las instituciones a ello dedicadas, y cuantificar los progresos relacionados con
sus compromisos en pro de la cobertura sanitaria universal
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