domingo, 18 de agosto de 2013

DESARROLLAN UN PARCHE ANTICAÍDAS QUE PODRÍA EVITAR 40.000 MUERTES

ANERIS CASASSUS ABC_ES / MADRID

Día 18/08/2013 - 02.48h

Solo en España se registran más de 25.000 caídas de personas mayores cada año

Los sensores infrarrojos se localizan en las paredes como si se tratase de un sistema de alarma. Una antena, similar a la de una red de Internet wi-fi, capta los movimientos de la persona que transita por el interior del hogar. Eso es posible porque lleva en su brazo un pequeño parche que emite señales de movimiento a esa central. Así, si la persona se encuentra sola en la casa, se cae y queda inconsciente, la caja de control se conectará automáticamente por teléfono a un sistema de emergencias que podrá llegar a auxiliarla. De eso se trata Vigi’Fall, un detector de caídas financiado por la Unión Europea pensado para personas mayores que cuenta en su desarrollo con la participación de la empresa española Inspiralia.

«La idea surgió de una universidad y una start up francesas que querían desarrollar un dispositivo para caídas que se pueda llevar en forma permanente. Ya existen pero son muy aparatosos e incómodos para las personas. Entonces el desafío fue diseñar uno que se pudiera llevar en la piel», cuenta a ABC Ana Abril, coordinadora técnica del proyecto por parte de Inspiralia. La empresa española fue convocada para crear la tarjeta electrónica en miniatura que permite la comunicación inalámbrica entre el sensor de detección de caídas y el dispositivo de llamada a los servicios de emergencia, así como la pantalla que muestra el estado de la batería. «Cambia de color cuando se descarga para que el usuario sepa cuando tiene que recargarla», explica Abril.
Este mecanismo se puede usar en la ducha y se alimenta con baterías de alto rendimiento. Una vez que el usuario se coloca el parche en la piel puede hacer una vida normal, pero siempre con la seguridad de que si se produce una caída la ayuda estará inmediatamente en camino. Para distinguir entre caídas reales y falsas alarmas, el sistema está equipado con un software de fusión de datos que permite analizar la caída (con o sin impacto) y la postura del paciente.
«La comodidad también ha sido una cuestión importante que hemos tenido en cuenta. El parche no es intrusivo, tanto desde el punto de vista físico como psicológico. Nuestros pacientes lo toleran bien», dice la profesora Anne-Sophie Rigaud, jefa de geriatría en el hospital Broca en París, entidad que participó en las pruebas.

Epilepsia y fiebre

El proyecto empezó a gestarse en 2006. En 2007 se consiguió la financiación de casi dos millones de euros de la Comisión Europea y en 2008 comenzó a ejecutarse. Si bien de momento está enfocado a la detección de caídas, en el futuro el dispositivo también podría alertar sobre ataques de epilepsia o temperatura corporal de la persona.
«En Europa la población envejece cada vez más. Pero la gente quiere ser autónoma y estar en su casa. Por eso es muy útil para monitorear a personas mayores que viven solas. Pensamos que es una tecnología que puede funcionar muy bien en España», explica Abril.
Se estima que este detector de caídas podría conseguir evitar 500.000 hospitalizaciones y 40.000 muertes prematuras causadas por caídas en Europa cada año. En España, cada año se registran 25.000 caídas de personas mayores anualmente, lo que genera un gasto de más de 420 millones.

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