La
dirección del Virgen del Rocío se compromete a no aplicar la jornada de 37,5
horas hasta que haya unos criterios homogéneos para todo el Servicio de Salud.
Los delegados
de los sindicatos Satse, CCOO, UGT, CSIF, CGT y el Sindicato de Auxiliares
(USAE) del Hospital Virgen del Rocío de Sevilla que mantenían desde este pasado
miércoles un encierro en el edificio de gobierno de la sede hospitalaria
decidieron ayer levantar finalmente el encierro tras alcanzar un principio de
acuerdo con el gerente del centro, Francisco Torrubia. Previamente, la protesta
se había recrudecido después de que algunos de estos dirigentes se encadenasen
a la puertas de dicho edificio.
Fuentes de estos sindicatos han resaltado quela Dirección del hospital
se ha comprometido finalmente a no aplicar la jornada semanal de 37,5 horas,
"hasta tanto se fije en una próxima reunión de la Mesa Sectorial de
Sanidad unos criterios homogéneos para todo el SAS sobre cómo se aplicará este
jornada laboral". En cuanto a la cita de esta próxima reunión de la Mesa Sectorial , las
citadas fuentes han avanzado que la intención es que se celebre "entre los
días 18 a
20 de este mes de septiembre".
Estos dirigentes sindicales permanecían encerrados precisamente en protesta por la "falta de negociación" de cómo se va a implantar la jornada de las 37,5 horas semanales, protagonizando un encierro y posterior encadenamiento a la puertas del edificio y en respuesta al "cierre y las medidas coercitivas" que, siempre según los sindicatos, el gerente del centro había decretado desalojando dicho edificio de todo su personal y actividad -a excepción de los que se manifestaban.
Ante este desalojo del edificio decretado por el gerente, y que afectó a un examen que alumnos dela Escuela de Enfermería
tenían precisamente este jueves, prueba que han tenido que llevar a cabo en la
sede del IBIS, los dirigentes sindicales elevaron un escrito a la Gerencia liberándose de
toda culpa. En dicho escrito, los representantes sindicales sostenían que su
presencia en este edificio "ni ha impedido ni está impidiendo ni
obstaculizando el normal funcionamiento" de ningún centro.
Fuentes de estos sindicatos han resaltado que
Estos dirigentes sindicales permanecían encerrados precisamente en protesta por la "falta de negociación" de cómo se va a implantar la jornada de las 37,5 horas semanales, protagonizando un encierro y posterior encadenamiento a la puertas del edificio y en respuesta al "cierre y las medidas coercitivas" que, siempre según los sindicatos, el gerente del centro había decretado desalojando dicho edificio de todo su personal y actividad -a excepción de los que se manifestaban.
Ante este desalojo del edificio decretado por el gerente, y que afectó a un examen que alumnos de
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