La
Concejalía de Atención Urbana ha comenzado a precintar de nuevo los aparatos de
aire acondicionado de las dependencias municipales. Una medida de ahorro que ha
coincidido con un repunte de las altas temperaturas, por lo que ha despertado
las quejas del Servicio de Prevención de Riesgos Laborales y del sindicato
SEP-CV.
Tanto el
jefe del Servicio de Prevención como la secretaria general del SEP-CV,
Cristabela Zornoza, han presentado quejas por el precinto de los aparatos de
climatización. El primero ante la Concejalía de Atención Urbana, a la que ha
informado de que ha tenido que atender a una empleada embarazada del
departamento de Hacienda de un mareo por el calor.
El SEP,
por su parte, ha registrado un escrito dirigido a la alcaldesa, Sonia Castedo,
en el que reclama que se paralice el precinto de los aparatos de climatización,
«no solo por la previsión climatológica para los próximos días», señala
Zornoza, «sino porque no tenemos constancia de que se haya realizado ningún
estudio serio sobre las dependencias que son susceptibles de ocasionar
problemas de salud a quienes trabajan en ellas», añade.
La
secretaria general del sindicato SEP critica que no es han cumplido los
acuerdos que se alcanzaron al respecto en el último Comité de Salud del
Ayuntamiento.
En él,
explica, se acordó que los aparatos de aire acondicionado se precintarían a
partir del 26 de septiembre, pero que antes se elaboraría un estudio sobre las
características de cada dependencia municipal, para establecer las excepciones
necesarias. Además, pactaron que los resultados del estudio y la planificación
de la climatización derivada del mismo se llevarían a otro Consejo de Salud
para su debate. No obstante, «no se ha cumplido, y el lunes comenzaron a
precintar los aparatos, sin previo aviso».
Como se
recordará, Atención Urbana decidió a principios de mayo precintar los aparatos
de climatización y mantenerlos así hasta julio. No obstante, a principios de
junio tuvo que retirar esta medida y permitir que los aparatos se pusiesen en
marcha, ante la ola de calor que sufría la ciudad y las quejas del personal
municipal. Señaló entonces que volvería a precintarlos a finales de septiembre
hasta que llegase el invierno y fuese necesaria la calefacción.