UGT
reclama a la Junta la creación de un instituto de salud laboral para que
afloren las enfermedades profesionales
El número de accidentes laborales registrado en
la Comunidad en los ocho primeros meses del año ha descendido un 24,14 por
ciento, según anunció hoy el director general de Trabajo de la Junta de
Castilla y León, Carlos Díez Menéndez, que matizó que la caída en los
siniestros de carácter leve fue del 22 por ciento, y de dos puntos más en el
conjunto de los graves, mientras que los accidentes mortales se cobraron 18
víctimas, lo que supone un retroceso del 10 por ciento.
Carlos Díez Menéndez, que ofreció estas cifras en una jornada
dedicada a la prevención laboral organizada por UGT en Valladolid, destacó que
la lucha contra la siniestralidad laboral es una prioridad de la Junta, pero es
un reto que pasa por el esfuerzo y la colaboración de los empresarios, los
sindicatos y los propios trabajadores.
Por su parte, Agustín Prieto, secretario general de UGT Castilla
y León, reclamó a la Junta la puesta en marcha de un instituto de salud
laboral, organismo ya instaurado en otras comunidades, como mecanismo para detectar
enfermedades profesionales. A su vez, destacó que la prevención, como
herramienta para acabar con los accidentes laborales, es una de las prioridades
a la que UGT nunca renunciará.
Prieto también resaltó que, a pesar de los avances en materia de
prevención laboral registrado en los últimos años, no son asumibles los 18
accidentes mortales registrados en la Comunidad en lo que va de año. “Como
todos los accidentes son evitables, el objetivo no es otro que lograr que su
cifra sea cero”, aseveró el secretario general de UGT , a la vez que denunció
que la crisis está provocando un relajamiento de muchos empresarios a la hora
de aplicar las medidas de prevención, mientras que muchos trabajadores, por
miedo a perder su empleo, prefieren ocultar los accidentes leves.
Ante esta situación, Prieto destacó que desde su sindicato se
está pidiendo a la administración un control más estricto y matizó que el
descenso de las cifras de siniestralidad hay que achacarlo a la baja actividad
de Castilla y León y a la pérdida de población activa que se viene registrando
en los últimos años.
Miedo al
despido
En la misma línea se manifestó Marisa Rufino, secretaria de
Salud Laboral de UGT, que denunció que la crisis ha relejando a un segundo
plano la salud y la seguridad en el trabajo, como demuestra que un 35 por
ciento de los empresas todavía no ofrece a los trabajadores la posibilidad de
realizarse un reconocimiento médico, algo obligatorio según la normativa
vigente en prevención laboral.
«Es verdad que la siniestralidad ha disminuido tanto a nivel
nacional como en Castilla y León, pero también es verdad que la crisis está
motivando un retroceso en los avances de los últimos años y que los empresarios
ven ahora la prevención como un coste y no como una inversión. Además, la situación
económica esta motivando un incremento de las enfermedades psicosociales
-estrés, violencia, depresiones-, ante el temor del trabajador a perder su
puesto de trabajo. Después de la reforma laboral todo vale en los centros de
trabajo y ahora se puede modificar la jornada, rebajar el sueldo, cambiar los
turnos...», aseveró Marisa Rufino.
La secretaria de Salud Laboral de UGT también denunció que
ninguna de las llamadas enfermedades psicosociales se contemplan como
enfermedad profesional, a pesar de que las enfermedades mentales son la segunda
causa de baja por enfermedad común.
Por último, sobre el número de trabajadores que no se someten a
reconocimientos médicos, Carlos Díez matizó que, según la Encuesta de
Condiciones Laborales relativa al año 2010, en la Comunidad sólo son el 28 por
ciento los que no se realizan una revisión médica. Según dicha encuesta, al
52,5 por ciento de los trabajadores la empresa les ofreció la posibilidad del
reconocimiento médico y se lo hicieron, al 20,4 por ciento no se les ofertó y
el 12,1 por ciento rechazaron hacerse la revisión.
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