sábado, 22 de septiembre de 2012

DIVULGATIVOS: POLICÍA ARGENTINA RESCATA A 41 VÍCTIMAS DE EXPLOTACIÓN LABORAL


BUENOS AIRES, (UPI) -- Fuerzas Federales de Seguridad rescataron a 41 víctimas del delito de trata con fines de explotación laboral y detuvieron a cinco integrantes de las organizaciones que los explotaban.
Fue en 15 allanamientos realizados por la Prefectura Naval y la Policía Federal, en el Conurbano y en la Capital. En el primer operativo, realizado por la Prefectura, con la colaboración de la Dirección Nacional de Migraciones, se detuvo a tres personas en 12 allanamientos; clausuraron dos talleres textiles que funcionaban en el barrio porteño de Flores y liberaron a 24 personas de nacionalidad boliviana que trabajaban en condiciones infrahumanas. Participaron de los allanamientos, personal del Programa Nacional de Rescate y Acompañamiento de las Personas Damnificadas por el Delito de Trata; la Dirección General de los Recursos de la Seguridad dependiente de la Administración Federal de Ingresos Públicos (Afip) y la Dirección General de Protección del Trabajo del Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
El hecho se encuentra dentro de los protocolos establecidos por el Ministerio de Seguridad de la Nación para el combate contra este tipo de delitos. Desde comienzo de año la Prefectura Naval rescató a 143 víctimas de estos delitos. En el segundo operativo, la Policía Federal Argentina rescató a 17 personas y detuvo a una pareja de ciudadanos peruanos que eran los cabecillas de la organización de trata de personas. luego de haber realizado tres allanamientos realizados en el Gran Buenos Aires y Ciudad de Buenos Aires.
Las personas eran traídas a la Argentina desde Perú con falsas promesas laborales; engañaban a sus connacionales; les retenían sus documentos y los obligaban a extensas jornadas de más de 16 horas diarias en las que vendían productos de telefonía celular. Las víctimas eran obligadas a trabajar en venta callejera de accesorios de telefonía celular y flores desde la madrugada en una extenuante jornada hasta las 22 horas. Según el volumen de venta se les proporcionaba una ración alimentaria. En caso de que no pudieran cumplir ese horario, se los obligada a realizar dos horas suplementarias de venta como castigo, lo que hacía que en muchos casos, continuaran vendiendo sin descanso ni alimentación. Además pernoctaban en una vivienda en condiciones infrahumanas, encerrados bajo llave y al cuidado de una mujer cómplice de la banda.
LATAM: Reporte (drm)