El Gobierno conservador de Lisboa ha
anunciado su decisión de abandonar definitivamente la propuesta de aumentar un
7% las cotizaciones de los trabajadores a la Seguridad Social
después de una semana de numerosas críticas, tanto en la
calle, donde se han vivido varias manifestaciones multitudinarias, como en el
propio Consejo de Estado, que el pasado viernes recomendó al gobierno que
buscara alternativas.
Eso es
precisamente lo que ha hecho el primer ministro, Pedro
Passos Coelho, que se ha reunido con los representantes de las
diferentes organizaciones empresariales y con los líderes de los dos sindicatos
del país, UGT y Confederación General de Trabajadores Portugueses (CGTP).
En la reunión, el jefe del gobierno de coalición de derechas ha
manifestado su disponibilidad para no avanzar con el aumento de las
cotizaciones a la
Seguridad Social , argumentando que si lo propusieron en un
primer momento fue "para evitar subir otro tipo de impuestos".
Descartado
un nuevo aumento del IVA, actualmente en el 23%, porque según Passos Coelho "no hay
condiciones para ello", el primer ministro ha propuesto una subida de los
impuestos sobre la renta, el capital y el patrimonio.
Aunque no ha
dado más detalles, a la espera de las reuniones bilaterales que proseguirán con
patronales y sindicatos durante esta semana, la idea del Gobierno, como ya
avanzó el ministro de Finanzas, Vítor Gaspar, es reducir el número de
escalones existentes en las tablas del IRPF, con lo que los portugueses pagarán
más impuestos el próximo año.
Ésta es la
medida que ha encontrado el gobierno de Lisboa para recaudar los 2.000 millones
de euros necesarios para no derrapar en su compromiso de reducir el déficit
público al 4,5% en 2013, después de que el Tribunal Constitucional considerase
queeliminar las pagas extraordinarias a
funcionarios públicos y jubilados era anticonstitucional al no respetarse el principio de la
equidad.
En base a la decisión del Tribunal Constitucional, a partir del
próximo 1 de enero, estas pagas serán parcialmente devueltas a los pensionistas
y los funcionarios, que además no perderán las pagas del próximo año.
"Como el gobierno no puede acceder a las pagas
extraordinarias del sector privado, tenemos que actuar a través de los
impuestos, y la declaración de la renta es la mejor manera de hacerlo", ha
explicado el primer ministro a los periodistas, tras esta primera reunión en la
que los sindicatos siguen muy reacios a aceptar nuevos recortes salariales.
Así lo ha dejado claro el secretario general de la Confederación General
de Trabajadores Portugueses (CGTP), Arménio Carlos, que ha convocado a todos
los portugueses a la manifestación que preparan para el próximo sábado en
Lisboa, y que podrá servir de barómetro para conocer la opinión de los
portugueses ante este nuevo anuncio de más austeridad.
Del lado de los
empresarios, el presidente de la Confederación Empresarial
de Portugal (CIP), António Saraiva, insistió en la necesidad de que, aunque no
se aumenten las cotizaciones de los trabajadores, sí se mantenga la propuesta de bajar esas mismas cotizaciones en un
5,75% a las empresas, sobre todo, en el sector exportador.
Además, desde la CIP
han presentado una propuesta para subir el impuesto sobre el tabaco en un 30%
que, según Saraiva, ha tenido "una buena aceptación" por parte del
gobierno.
En general, los representantes empresariales han coincidido en
que el abandono de la subida de las cotizaciones es positivo, aunque tampoco
consideran "una buena idea" aumentar otro tipo de impuestos, al entender
que seguirá saliendo perjudicado el consumo interno.