Thomas Wissing explica la necesidad de combinar la
flexibilidad laboral con elementos de protección social y habla del papel
de los sindicatos en este tema.
Zenyazen Flores
Es
deseable que los legisladores incluyan en la reforma laboral el concepto de 'flexi-seguridad',
si el objetivo es hacer más fácil las
contrataciones para generar empleos, planteó Thomas Wissing,
director de la Oficina para México y Cuba de la Organización Internacional del
Trabajo (OIT).
De
hecho, ese concepto se
utiliza en la OIT para combinar la flexibilidad laboral con elementos de
protección social, a
fin de evitar la reducción o eliminación de la seguridad social y prestaciones
del trabajadores.
Aun
sabiendo que la reforma laboral
"no es la panacea" y
que quizá no podrá incidir fuertemente en el impulso de la competitividad del
país, es necesario que México dé ese paso ante la creciente demanda de empleos.
Cuestionó las auditorías a los sindicatos que están enmarcadas en el convenio
187 de la OIT que trata el tema de la libertad de asociación.
"Yo
no sé si se quiere obligar a un sindicato a hacer una auditoría externa de sus
finanzas cada 6 meses si las asambleas son solamente una vez año, ¿no sé por
qué tendrían que cambiar los estatutos?, aunque lo mejor es pugnar por un
autorregulación para
evitar cualquier tipo de conflictos", dijo.
En
entrevista con EL FINANCIERO, afirmó que "lo importante aquí (en la
reforma laboral) es quela flexibilización que se busca sea precisa, clara,
bien acotada y que no vaya en detrimento de las prestaciones y derechos de los
trabajadores. Será útil ser precisos para evitar demandas laborales en el
futuro".
--¿Cómo
evitar que la flexibilidad no se convierta en precarización del empleo?
--
Para evitar la precarización del empleo hay dos vías: la primera consiste en
invertir en un aumento salarial mediante la productividad laboral, que es un
paquete que incluye capacitación, innovación, procesos modernos en la industria
y mejoramiento de las condiciones de trabajo, y la segunda es poner en la Ley
las formas de contratación flexible con toda precisión y articular esas
nuevas formas con el otorgamiento de las prestaciones de Ley.
Costos
En el
contexto de la transición gubernamental, comentó Wissing, los legisladores deben buscar
congruencia de un proyecto de reforma laboral respecto a los proyectos
de reforma anunciados por el presidente electo, Enrique Peña Nieto, como es el
caso de la seguridad social universal.
Sobre
los diversos cuestionamientos de los sindicatos con relación a que la reforma
laboral no es necesaria en este momento, y que antes de proponerla deben
atenderse los "desequilibrios estructurales", como es el desempleo de larga duración, exclusión
laboral, informalidad, estancamiento de salarios y fortalecimiento del mercado
interno, el
funcionario opinó:
"Las
cosas deben hacerse de manera paralela; no hay que esperar a
que se hagan las otras reformas estructurales. De hecho, las formas de contratación
más flexibles pueden ayudar en un contexto de incertidumbre económica
proveniente de Estados Unidos".
En sus
oficinas de la OIT en la capital del país, advirtió que de no realizarse las modificaciones a la Ley Federal
del Trabajo (LFT),
los costos tanto para trabajadores como para empresas serán empleos mal
remunerados, desempleo prolongado y aumento de la informalidad, lo que en el
largo plazo se convertirá en un "riesgo-país".
Aunque
el tiempo para dictaminar la reforma laboral es limitado, Wissing sugirió a los
legisladores aprovechar el debate para colocar en la mesa la ratificación de
algunos convenios de la OIT, como el 189 que versa sobre mejorar protección de
las trabajadoras domésticas.
Otros
convenios son los relativos a las agencias de colocación por el tema de la
subcontratación, y el 138, que se refiere a erradicar el trabajo
infantil.
Economía
Martes, 25 de Septiembre de 2012 06:09
Redactor: Nelly Acosta