En la Argentina, cuentan los expertos, la cultura del faltazo
también está arraigada, aunque en los últimos años el ausentismo por cuestiones
de salud, principalmente estrés, fue ganando terreno.
Y hoy tiene
costos altos para las compañías, que generalmente desconocen el problema pese a
que éste sigue expandiéndose, consignó el diario La Nación. Con objeto de
enfrentar el fenómeno, aconsejan planificar correctamente el ausentismo
previsto (por vacaciones, feriados y días no laborables) y diagnosticar el no
previsto -sobre todo el de corta duración-, para bajar costos y dar respuestas
concretas a los empleados en un problema que puede tener múltiples causas.
"Se falta
porque es fácil", bromeó Laura Roldán, directora de Salud y Beneficios de
Mercer, cuando hace dos semanas presentó los resultados de su encuesta e
investigación sobre el tema en el foro anual de recursos humanos de la
consultora. "En la Argentina hay sectores económicos, muchos industriales,
en los que el ausentismo está altamente presente y muy desarrollado",
afirma Roldán. "Es un tema cultural que impacta y es difícil de
corregir", explica.
Sin embargo, el
ausentismo por problemas de salud del empleado comenzó a pelear el primer
puesto, estima la especialista. Según el informe Salud, ausentismo y Wellness,
elaborado por Mercer, el estrés mostró un crecimiento entre 2011 y 2012 (pasó
de 3% o 4% a un 8%) a la hora de explicar la falta por enfermedad en la
Argentina. Sin embargo, los problemas más frecuentes son los respiratorios y
digestivos (ambos en un 20 por ciento). Claro que se trata de situaciones que
pueden ser disparadas por el mismo estrés, agregó La Nación.