Tokio, 19 sep (EFE).- Japón lanzó hoy
un nuevo organismo independiente para supervisar la seguridad de los reactores
nucleares en el país, tras el debate abierto por el desastre del año pasado en
la planta atómica de Fukushima Daiichi.
La nueva
Autoridad de Regulación Nuclear está encabezada por el experto en radiactividad
Shunichi Tanaka, informó la agencia Kyodo.
Tanaka tendrá
un papel clave a la hora de asegurar el cumplimiento de las normas de seguridad
aprobadas por el Gobierno este último año.
Entre ellas se
encuentra la de limitar a 40 años la vida útil de los reactores nucleares, que
anteriormente no tenían un límite temporal para su vida operativa, y la de
aplicar los últimos hallazgos científicos a las instalaciones existentes.
Esta autoridad
también tendrá entre sus competencias la formulación de criterios para
reactivar reactores, la inmensa mayoría de los cuales permanecen detenidos en
Japón ante la creciente preocupación pública por su seguridad tras el accidente
en Fukushima.
En la
actualidad, Japón solo tiene dos de sus más de cincuenta reactores atómicos
comerciales activos.
Sin embargo, el
organismo ya ha despertado el recelo de algunos políticos y grupos civiles, que
han cuestionado la neutralidad de Tanaka como presidente, dado que ocupó cargos
que contribuyeron al crecimiento de la industria nuclear en Japón antes de
Fukushima.
Los otros
cuatro altos cargos del nuevo cuerpo son Kenzo Oshima, ex embajador ante la ONU
de Japón; Kunihiko Shimazaki, del Comité de Coordinación para la Predicción de
Terremotos; Kayoko Nakamura, de la Asociación Japonesa de Radioisótopos, y
Toyoshi Fuketa, de la Agencia de Energía Atómica de Japón.
La
administración del organismo contará con unos 350 funcionarios de la Agencia
para la Seguridad Nuclear e Industrial (NISA), a la que sustituye desde hoy
esta institución.
Dado que NISA
fue duramente criticada tras el accidente de Fukushima por depender del
Ministerio de Industria, que tradicionalmente promovió el uso de la energía
nuclear, el Gobierno ha creado este nuevo organismo con un perfil más
independiente y unos estatutos similares al de la comisión antimonopolio del
país.
La nueva
autoridad también deberá rectificar y establecer los roles de las
organizaciones estatales involucradas en materia de seguridad nuclear, cuyos
límites para garantizar la seguridad ciudadana resultaron borrosos durante la
crisis en Fukushima.
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