Adoptar un estilo de vida sedentario conseguirá precisamente los efectos contrarios a los que podríamos conseguir con un patrón más activo.
Lo primero de todo es tener claro qué
significa "eso de la actividad física". Podemos definir la actividad
física como el movimiento corporal producido por la contracción de la
musculatura esquelética que incrementa el gasto de energía por encima del nivel
basal. La diferencia fundamental entre la actividad física y el deporte es que
en el segundo se busca la competición.
El hecho de
que una vida que incluye actividad física o deporte es saludable es un concepto
que está bastante bien instaurado en nuestra sociedad, pero… vamos a hablar de
beneficios concretos:
·
Mejora
los perfiles lipídicos de la sangre contribuyendo a un aumento del colesterol
HDL (Colesterol bueno).
·
Disminuye
la resistencia a la insulina, con lo cual es una práctica preventiva para
enfermedades tipo diabetes.
·
Mejora
la salud cardiovascular, porque puede disminuir la tensión arterial.
·
Aumenta
el metabolismo basal, lo que hará que se vea mejorada la regulación del peso.
·
La
presión ejercida sobre nuestro sistema ósea, hará que se vea mejorada la
compactación del los huesos.
·
Mejora
el peristaltismo (Movimiento del aparato digestivo)
·
Mejora
el estado de ánimo, incluso llegando a reducir la sintomatología den
depresiones leves.
·
Hecho
en compañía favorece las relaciones sociales y por lo tanto, mejora la salud
social de las personas.
Estamos en
plena operación biquini. No es extraño oir comentarios como: “¡Uff!! ¡En pleno
del verano y yo luciendo este michelín!”. La realidad es que en la práctica,
desde el punto de vista de lo saludable, no se trata de un pensamiento
positivo, ya que tendemos a pensar en cuidarnos solo cuando llegan determinadas
épocas del año y además buscando el beneficio en la aprobación del resto en vez
de pensar ¿quién debería ser la persona realmente interesada en conseguir ese
beneficio?.
Adoptar un
estilo de vida sedentario conseguirá precisamente los efectos contrarios a los
que podríamos conseguir con un patrón más activo. Ahí van algunos ejemplos, que
nos pueden motivar al cambio:
1.
Si
vives en un edificio utiliza las escaleras.
2.
Si
vives en una ciudad pequeña mediana el mejor transporte público son tus
piernas.
3.
Si
vives en una gran ciudad procura para en la parada más cercana a tu destino,
para poder hacer el último trayecto andando.
4.
Aparca
en los lugares más lejanos del parking y a poder ser en las plantas mas bajas
para intentar hacer uso de las escaleras.
5.
Si
te desplazas en autobús, procura no sentarte.
6.
Aunque
hacer las tareas domésticas, no vaya a provocar un consumo descomunal de energía,
por lo menos mejorará la movilidad de nuestro cuerpo.
7.
Una
vez te encuentres motivado ¿Por qué no empezar con alguna caminata programada,
o algo de footing?. Si además lo haces en buena compañía es más probable que te
cueste menos.
8.
Tu
perro es la escusa ideal para salir a la calle a tomar el fresco.
9.
Es
una buena idea que los mayores jueguen e intervengan en actividades deportivas
con los más pequeños. Generaremos patrones de referencia saludables y
favoreceremos nuestra salud.
10.
No
hay que pensar en la actividad física como un yugo. ¿Cuántos deportes has
probado a realizar? ¿Cómo sabes que te gustan?. Si no encuentras uno que te
guste, es difícil que lo mantengas a largo plazo.
Francisco José Valiente González, es Licenciado en Ciencia
y Tecnología de los Alimentos por la Universidad del País Vasco
y Diplomado en Nutrición Humana y Dietética por la Universidad del País
Vasco. Actualmente es gerente de la empresa NACOM (Nutrición y Alimentación) desde el 2010.
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