Aplicado sobre la piel protege de la radiación
ultravioleta y reduce el daño en el ADN debido al parecer a los pigmentos del
fruto
El
extracto de fresa aplicado sobre un cultivo de células de la piel actúa como
protector frente a la radiación ultravioleta, además de aumentar su viabilidad
y reducir el daño en el ADN, según un experimento realizado por italianos y
españoles, publicado en 'Journal of Agricultural Food Chemistry' y recogido por
la plataforma SINC.
"Hemos comprobado el efecto protector de los extractos de
fresas frente al daño que producen los rayos UVA en células de la piel",
ha insistido el autor principal del estudio Maurizio Battino de la Università
Politecnica delle Marche (Italia).
Para llegar a estas conclusiones, el equipo preparó cultivos de
células dérmicas humanas (fibroblastos) y aplicó distintas concentraciones de
extracto de fresa, salvo en el de control. Después, mediante lámparas
ultravioleta, se expuso a las muestras a una dosis "equivalente a 90
minutos de sol tomado en verano a mediodía en la Riviera Francesa".
Los datos confirmaron que el extracto de fresa muestra una
actividad fotoprotectora en los fibroblastos expuestos a radiación UVA; aumenta
su supervivencia o viabilidad; y disminuye el daño en el ADN cuando se compara
con las células control.
"Estos aspectos son muy importantes porque se trata de una
acción protectora para líneas celulares sometidas a condiciones que pueden
provocar cáncer y otras enfermedades inflamatorias y degenerativas de la piel
humana", ha destacado Battino.
El investigador reconoce que se trata de un "primer paso
para determinar los efectos beneficiosos de las fresas a través de la dieta
humana, o como posible fuente de compuestos para 'integradores alimentarios' o
cosméticos, por ejemplo".
Los
responsables, los antocianos
Los científicos sospechan que el detonante de esta reacción
podrían ser los antocianos, unos pigmentos que otorgan el color rojo a hojas,
flores y frutos. "Estos compuestos tienen importantes propiedades
antiinflamatorias, antioxidantes, anti-tumorales y son capaces de modular los
procesos enzimáticos", ha señalado otra de las autoras Sara Tulipani de la
Universidad de Barcelona, quien ha aclarado que "todavía" no han
encontrado una "relación directa" entre su presencia y las propiedades
fotoprotectoras.
"De momento los resultados sientan las bases para futuros
estudios que evalúen la 'biodisponibilidad' y la 'bioactividad' de los
antocianos en la dermis y epidermis de la piel humana, bien por incorporarlas a
formulaciones de aplicación tópica o por ingerir el fruto", ha señalado
Tulipani.
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