Identificar cuanto antes el deterioro
cognitivo asociado a la enfermedad de alzhéimer podría ser más sencillo gracias
a los datos de una investigación que publica la revista Neurology. Según
este trabajo, el uso de una especie de «tinte» radioactivo permitá
detectar de forma temprana los primeros síntomas de la enfermedad gracias al
uso de técnicas de imagen, como la tomografía por emisión de
positrones o PET.
El equipo de
«Incluso en un corto periodo de seguimiento, apenas 18 meses, podemos ver cómo la presencia de placas de amiloide afecta la función cognitiva», subraya Murali Doraiswamy, coordinador del trabajo. El experto afirma que la mayoría de las personas que acuden al médico con deterioro leve «realmentequieren saber el pronóstico a corto plazo y los posibles efectos a largo plazo».
Sin
cura
Sin embargo esta información también tiene algunos
inconvenientes. No hay que olvidar que, a día de hoy, no hay cura para la
enfermedad de alzhéimer. Ahora bien, afortunadamente hay ya numerosos fármacos
están que siendo investigados, y la identificación precoz de la enfermedad
mejorará sus posibles beneficios, al mismo tiempo que mejorarán la atención y
el tratamiento de los pacientes actuales.
En este trabajo se analizaron los datos de 151 personas que participaban en un
ensayo multicéntrico con contraste radioactivo. De éstos, 69 tenían función
cognitiva normal al inicio del estudio, 51 habían sido diagnosticados con
deterioro leve y 31 tenían demencia asociada a alzhéimer.
Todos completaron las pruebas cognitivas y se les sometió a un escáner cerebral mediante PET. Esta técnica utiliza trazadores radiactivos diseñados para resaltar tejido específico con el fin de crear una imagen tridimensional de un órgano o de una función biológica.
En cuanto al contraste utilizado, ha sido recientemente aprobado en EE.UU. para su uso en
Marcador
pronóstico
Los
resultados validaron el uso de este sistema, y por tanto el de la placa de
amiloide, como marcador biológico precoz para el alzhéimer. «Este
enfoque es un paso hacia tener un marcador biológico que predice el riesgo de
deterioro en las personas que sufren deterioro cognitivo», afirma Doraiswamy.
Pero Doraiswamy también advirtió que este contraste no está aprobado para predecir el desarrollo de demencia u otras enfermedades neurológicas y subrayó que no debe ser utilizado como un instrumento de cribado en personas por lo demás normales o mínimamente alterada. Asimismo, recordó, «un análisis positivo no es necesariamente un diagnóstico de la enfermedad de alzhéimer».
S. Gutiérrez
nota
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