El trabajo, fuera de casa
La
identificación y separación de las actividades laborales y personales ha sido
una idea reiterada por la ponente, que subrayó la necesidad de «buscar el
equilibrio entre el trabajo y el resto del tiempo, porque muchas personas,
aunque trabajen ocho horas, acaban llevándose los problemas laborales a su
casa». La persona que consiga este equilibrio podrá disfrutar realmente de los
momentos de asueto y será capaz de retomar la labor con la mente más fresca y
descansada.
Como
señaló Aldonza, «cada persona, desempeñe el trabajo que desempeñe, ha de
encontrar su motivación particular, que puede estar vinculada al propio trabajo
o a cualquier otro aspecto de la vida». Las amistades, el amor, los hobbies o
el tiempo libre pueden ser razones muy válidas en las que apoyarse para
dispersar la mente.