El proceso ha dejado 64 millones de
pérdidas a la
Seguridad Social y apenas 80.000 nuevas altas
Es necesario
revisar el diseño, la complejidad de un proceso que ha dejado 63 millones de pérdidas a la Seguridad Social y apenas 80.000 nuevas altas,
resultados más que discretos si se tiene en cuenta que este sector emplea a
alrededor de 600.000 personas. Es el argumento que hoy dará el secretario de
Estado de la
Seguridad Social , Tomás Burgos, a sus
señorías ante el Pacto de Toledo en lo que supondrá la primera reforma
que quiere emprender el Gobierno de Rajoy y a la que seguirán la de pensiones.
La reforma de los trabajadores
del hogar fue una de
las más ambiciosas llevadas a cabo por el ex ministro socialista Valeriano
Gómez, pero sus resultados han frustrado las expectativas. Empleo enviaba el
pasado viernes al Congreso un documento en el que constata que se ha producido
un descenso de las bases de cotización de los empleados domésticos como
consecuencia de que un gran número de contratos a estos trabajadores presenta
«un escaso número de horas». Una situación
que ha implicado que la base media mensual sea inferior en un 30% a la base
vigente el año anterior cuando estos trabajados estaban integrados en su propio
sistema.
Desde el pasado 1 de enero los
trabajadores de hogar forman parte del régimen general de la Seguridad Social ,
lo que en la práctica se traduce en la obligatoriedad de cotizar por ellos desde la primera hora.
Con estas exigencias, los trabajadores domésticos se han equiparado al resto de asalariados, excepto en el derecho a
cobrar prestación por desempleo.