El incidente se suma a los
problemas con los ascensores y la reciente caída de estanterías en los archivos
del edificio
Nuevo
susto en la Ciudad de la Justicia de Valencia. El desprendimiento de la
plataforma que utilizan los empleados para la limpieza de los cristales de la
parte superior del edificio a punto estuvo de terminar en tragedia. Por suerte,
los dos trabajadores cumplían con todas las medidas de seguridad y llevaban
puesto el arnés.
El
accidente ocurrió en la tarde del pasado viernes, cuando las instalaciones
están cerradas al público. Este tipo de tareas, que se realizan una vez cada
seis meses, siempre se hacen en horario vespertino por motivos de seguridad.
El
siniestro era el comentario generalizado ayer entre los profesionales que
trabajan en la instalación. Los dos limpiadores resultaron ilesos, aunque
lógicamente vivieron momentos de tensión.
La
plataforma, que siempre permanece anclada al techo del edificio y se mueve a
través de unos raíles, permanecía ayer suspendida a unos diez metros del suelo.
Durante la caída, según fuentes conocedoras de los hechos, golpeó con varias de
las columnas del edificio.
Fuentes de
Justicia descartaron ayer que la plataforma, que se encuentra sujeta con unos
cables, pueda caer al suelo. No obstante, por precaución se ha decidido
precintar el perímetro del zaguán central y cerrar con vallas unos de los
pasillos laterales. Sólo el corredor de la derecha, tal y como se puede
comprobar en la fotografía, permanece abierto para el tránsito de las personas.
Investigación
Los
responsables de la empresa instaladora del aparato ya han abierto una
investigación al respecto. Los técnicos tratarán de determinar si el accidente
se produjo por un mal funcionamiento, un defecto de los materiales o por el
error de alguno de los empleados que maniobraban sobre la estructura.
No es el
único incidente que los juzgados de Valencia han registrado en los últimos
meses. La caída de 14 estanterías con miles de expedientes en un sótano del
edificio el pasado verano también sembró la preocupación entre algunos
funcionarios del edificio.
Por suerte
y de nuevo, el siniestro se produjo de madrugada y fue descubierto al día
siguiente por empleados de las instalaciones. Finalmente, y tras varias
inspecciones por parte de Trabajo y el correspondiente informe, se decidió
anclar al suelo más de un centenar de estanterías. En concreto, todas aquellas
del mismo modelo que la que se desplomó e hizo caer las del resto del almacén.
La zona se precintó exactamente igual que sucedió ayer con la plataforma de
limpieza. Además, como medida adicional también se colocaron unas sujeciones al
techo. Esta tarea se completó recientemente.
En los
bajos del edificio se encuentran 17 salas que albergan muchos de los
expedientes de los juzgados una vez estos ya han finalizado su tramitación.
Sólo las estanterías siniestradas contenían más de 14.000 expedientes.
El
edificio, inaugurado en 2004 pero que hasta la fecha no ha sufrido ningún plan
integral de mantenimiento, comienza a sufrir el desgaste propio de unas
instalaciones a las que cada día acuden miles de personas.
Los
ascensores se han convertido en un inconveniente para cualquiera que visite las
dependencias. Recientemente funcionaban menos de la mitad de los elevadores.
Nunca se encuentran operativos todos ya sea por revisiones, averías o
mantenimiento. Esa es la situación habitual. La mayoría de los abogados,
procuradores e incluso usuarios del edificio utilizan las escaleras, hartos de
la espera que supone la llegada de un ascensor. La situación generó quejas de
los letrados.