22.10.12 -EFE | LONDRES
Un grupo
de expertos sugiere que la pérdida progresiva de líquido dañó la corteza
terrestre
El equipo
de investigadores ha estado encabezado por el español Pablo González
La
extracción de agua para consumo humano estuvo en el origen del terremoto en
mayo de 2011 en la localidad española de Lorca , que causó nueve muertos, según
aseguran los expertos en un artículo publicado ayer en 'Nature Geoscience'. Un
equipo de científicos encabezado por el español Pablo González, de la
universidad canadiense de Western Ontario, llegó a esta conclusión tras
estudiar los datos obtenidos por satélite de la deformación del terreno causada
por el seísmo, que les permitieron recrear el movimiento de la falla.
Los
expertos concluyen que la pérdida de agua por la progresiva extracción
subterránea para el suministro doméstico perturbó la corteza terrestre de la
falla. Esto, afirman, fue suficiente para provocar una fractura en la roca, lo
que a su vez indujo el terremoto, que tuvo una magnitud de 5,1 grados y causó
también más de 300 heridos y graves destrozos en el pueblo murciano.
Los
expertos comprobaron que la pauta del movimiento de la falla guarda correlación
con los cambios en la corteza terrestre causados por un descenso de 250 metros del nivel de
agua natural subterránea por las extracciones desde los años 60. Esta
correlación, sostienen, implica que los cambios en el terreno inducidos por la
acción humana "contribuyeron a causar el terremoto de Lorca y también
influyeron en el alcance de la ruptura de la falla", lo que determinó la
magnitud del seísmo ocurrido el 11 de mayo.
"Concluimos
que los datos presentados y los resultados del modelo son consistentes con un
proceso de descarga de agua subterránea de la corteza, lo que proporciona una
explicación plausible para la pauta de movimiento observada en la falla",
escriben los científicos.
Esto
confirma que "las actividades antropogénicas pueden influir en cómo y
cuándo ocurren los terremotos", aseveran. En un artículo paralelo,
Jean-Philippe Avouac, profesor en el California Institute of Technology de
Pasadena (EE UU), advierte de que "hay que permanecer alerta a las
perturbaciones causadas por la acción humana", ya que "sabemos como
iniciar terremotos, pero aún estamos lejos de saber cómo controlarlos".