Según la OMS, América Latina y el Caribe constituyen la única región
del mundo en la que la tasa de embarazos no deseados es más alta que la tasa de
embarazos planeados.
El organismo identificó que de 72 gestantes por cada 1.000
entre 15 y 44 años no estaban buscando la maternidad, en tanto que los
embarazos deseados son de 52 mujeres por cada mil.
La cifra resulta inquietante, sobre todo, si se vincula al
hecho de que muchos de estos procesos de gestación ocurren en menores de 20
años. Cifras del Ministerio de Salud indican que la tasa de embarazo en
adolescentes colombianas entre 15 y 19 años es de 19,5 por ciento. La
incidencia de este fenómeno en las adolescentes más pobres es del 30 por ciento
y en las de mayores estratos es de 7 por ciento, hecho del cual pueden
deducirse las condiciones de vida en los recién nacidos.
Tania Patriota, representante del Fondo de Población de
las Naciones Unidas (Unfpa) señala que el embarazo en la adolescencia es causa
y consecuencia de grandes desigualdades socioeconómicas. “Estos embarazos son
un obstáculo para el desarrollo pues reduce las posibilidades de que las madres
adolescentes culminen sus estudios, se vinculen al mercado laboral y tengan
condiciones de vida digna, aumentando el riesgo de que persista el círculo
intergeneracional de pobreza.”
Tarea pendiente
Con el interés de reducir para 2015 la tasa de embarazos
adolescentes en el país, de 19,5 por ciento a 15 por ciento, el año pasado se
firmó el documento Conpes 147 que define políticas orientadas a ese fin.
La alta consejera para la Mujer, Cristina Plazas, afirmó
que si bien los resultados no se verán en el corto plazo, existe un compromiso
sólido por parte del Gobierno.
El Consejo Nacional de Jóvenes para la Prevención del
Embarazo Adolescente plantea cifras que muestran la dimensión del problema: el
20 por ciento del total de adolescentes manifiesta tener necesidades
insatisfechas en anticoncepción. El 50 por ciento de los casos de deserción
escolar de adolescentes mujeres tuvieron como causa principal el embarazo. El
porcentaje de embarazo adolescente es mayor en las zonas rurales, con 26,7 por
ciento, comparado con la zona urbana, en 17,3 por ciento.
Y en medio de todo, preocupa que la incultura frente a la
anticoncepción no sea exclusiva de los menores de edad. Según la OMS, unas 200
millones de parejas que viven en países en desarrollo y que desean posponer o
detener la procreación no utilizan ningún método anticonceptivo.