viernes, 5 de octubre de 2012

AGRESIÓN NO RESUELTA


Mi nombre es Damián Higuero y trabajo como enfermero en un centro asistencial de una mutua de accidentes de trabajo.
Durante toda mi vida deseé ser enfermero y después de muchas vueltas y esfuerzos lo conseguí. Conseguí un sueño que tenía y en el que había terminado por involucrar a toda mi familia. Todos apoyando y ayudando para que yo pudiera serlo.
Como he dicho, tras mucho tiempo, conseguí ser enfermero. Una profesión totalmente vocacional y que, básicamente, consiste en aliviar el sufrimiento y ayudar a los demás.
Hoy nos vemos en el filo de la navaja, expuestos y arrojados a los pies de los caballos. Somos la primera línea de choque en cualquier centro médico. Somos las fuerzas defensivas que \"nos comemos\" el impacto de parar al usuario cuando acuden fuera de sí.
Yo mismo sufrí en mis carnes una agresión por parte de un familiar de uno de los pacientes a los que tratábamos. Paciente al que dediqué sin ir más lejos, 24 horas antes de la agresión, multitud de cuidados y \"mimos\" dado su estado ante una prueba médica.
El tema es que, a día de hoy, hace más de un año y medio de dicha agresión y que, a pesar de haberse celebrado el juicio pertinente, todavía no he podido cerrar esto. El agresor perdió el juicio y fue condenado a la irrisoria cantidad de 240€ de multa y 240€ de indemnización. 240€ que no he cobrado y ni siquiera sé porqué. No sé qué ha pasado, no me ha llegado ni una sola comunicación del juzgado de Ronda, en la provincia de Málaga, del modo correcto. Sólo sé que llevo un año y medio sufriendo las consecuencias morales y, sobre todo, anímicas de \"la ida de olla\" de un personaje altamente agresivo, perteneciente a una familia altamente agresiva y con una trayectoria más que dudosa; y que vive, con 24 ó 25 años, del dinero que todos le damos. Con esa edad no está capacitado para trabajar, pero sí lo está para ir amedrentando y agrediendo a todo el que le parece; y yo mido 1,85 y peso más de 90 kilos y me dio, ¿eh?. Entre otras cosas, porque yo sí que tendría consecuencias si me defiendo y sí tendría problemas si se me ocurre dar un golpe \"abusando de la posición que mi puesto me da\".
En qué país estamos que no se respeta ni al que pretende ayudar al prójimo, en el que podemos ser insultados y agredidos en nuestro puesto de trabajo y hemos de esperar meses y años para poder pasar página. En el que somos el felpudo en el que usuarios y, en los momentos que corren, Estamentos Oficiales se limpian sus problemas. Somos el saco que todos golpean y que, aún así, debemos seguir con una sonrisa atendiendo a todos con nuestra mejor voluntad y profesionalidad.
Para qué, para que más de un año y medio tras la agresión continúe sin poder finalizar el proceso porque el individuo se niega a pagar 240€ o porque alguien se ha olvidado de comunicármelo.
Y luego vemos cómo, si los agredidos son gente influyente, o simplemente los politicuchos que tenemos hoy día se quejan de cierto grado de agravio en las palabras de los ciudadanos para los que supuestamente trabajan, todo se tramita por la vía rápida. Y se dan soluciones grandilocuentes y altisonantes. Se mandan a los ciudadanos a la Audiencia Nacional, abren todos los telediarios, y se pretenden dar escarmientos.
Esto es una vergüenza, de sociedad y de país. Estoy asqueado de vivir en esto que llamamos España y que nadie sabe lo que es. Tenemos unos legisladores que no legislan, unos jueces que no juzgan y no funcionan y un sistema putrefacto desde sus raíces más profundas. Cada uno puede tener una escala de valores, pero hay valores que tienen que ser comunes y esos ya no están. Se han perdido de nuestra sociedad. Y cómo se va a solucionar, recortando de Educación que es lo que nos falta, de Sanidad que es lo que nos hará falta …
Sólo sé lo que veo y lo que vivo; y sé y vivo que sólo iremos a peor. Para todos puede tratarse de una agresión no resuelta de una usuario de la sanidad para con un trabajador de la misma. Pero para mí es un simple reflejo de lo que vivimos. Y no me gusta. No me parece decente. No es normal, por mucho que se esté normalizando, que por hacer mi trabajo se me agreda. Y no es normal necesitar más de un año y medio para poder cerrarlo. Y no es normal que si, en vez de a un enfermerucho de Ronda, se le “tose” al político de turno, se líe la que se ha liado.
Repito, no es ni normal ni decente. Muchos terminaremos por irnos de este país, y en mi caso no es por falta de trabajo, es porque tanto mi país como la sociedad en la que vivo me agrede, y como en el caso de mi incidente, no tiene solución y no tiene visas de tenerla.