El obrero,
que trabajaba para la subcontrata y tenía 20 años de experiencia profesional en
la construcción, falleció al caer desde una sexta planta de la obra, tras pisar
la plataforma de carga y descarga de materiales y desprenderse la trampilla
abatible, no llevando puesto el arnés de seguridad, aunque un momento antes sí
lo había utilizado. El fallecido trabajaba en las obras de construcción de 231
viviendas en la calle Imperio Argentina de la capital.
El jefe de
obra de la constructora y la coordinadora de seguridad de la promotora fueron
condenados a un año de cárcel por homicidio imprudente en concurso con un
delito contra los derechos de los trabajadores. Ahora la Audiencia de Málaga los
absuelve porque considera que al jefe de obra no se le encomendó las funciones
de seguridad y a la coordinadora de seguridad porque la homologación de la
plataforma defectuosa «no era exigible» y que lo que provocó la apertura de la
trampilla fue la rotura de la soldadura de una parte.