La Xunta dispone de un
programa de intervención en la zona ante un siniestro, pero no se expone a los
afectados desde el año 2003
Los vecinos de las localidades más próximas a la refinería
desconocen cuál debe ser su actuación en caso de un accidente grave en las
instalaciones de Repsol, por lo que han reclamado en varias ocasiones a la
Xunta que les informe de las medidas que han de tomar ante una situación de
este tipo. La Administración autonómica dispone de un plan de emergencia
exterior para el polígono de A Grela-Bens que fue revisado el pasado año, pero
la última campaña informativa desarrollada con los residentes se llevó a cabo
en el año 2003.
"Mejor que no suceda porque no
sabemos hacia dónde tenemos que escapar", comenta Luisa Barbeito,
presidenta de la asociación de vecinos de Nostián, acerca de la posibilidad de
un accidente importante en la refinería. La dirigente vecinal afirma que
ignoran qué deben hacer si es necesario evacuar sus casas, ya que se sienten
atrapados en su localidad, en la que para salir de ella hay que rodear el
perímetro de la refinería. "Hemos pedido una salida de emergencia hacia el
mar en un camino donde hay un trozo de 500 metros sin asfaltar", explica
Barbeito, cuya vivienda está solo a unos 150 metros de la verja de la
refinería,
"El alcalde de Arteixo estaba en
la refinería, pero nadie del Concello estaba a pie de calle para informar a los
vecinos", se lamenta Salomé da Torre, presidenta de la asociación Meicende
Alternativo, quien recuerda que la responsabilidad sobre la evacuación de la
población es de la Xunta, por lo reclama desde hace tiempo que se informe a los
vecinos. Da Torre destaca que en la zona se vivió el accidente con
"intranquilidad porque hubo explosiones y fuego" y que aunque les
dijeron que el humo no era tóxico, los vecinos expresaban temor a su posible
llegada al barrio.
"Si ese humo viene hacia las
viviendas, ¿qué hacemos?", se pregunta Orlando Bello, presidente de la
asociación vecinal San Xosé Obreiro, también de Meicende, colectivo que se hizo
con el plan de emergencia exterior de la Xunta para A Grela-Bens, al que define
como un "mamotreto" que carece de indicaciones prácticas sobre lo que
se debe hacer en caso de un siniestro grave en la refinería. Bello recuerda que
en Meicende viven 4.000 personas y que hay un colegio con 300 alumnos, por lo
que exige que cuando se origine un accidente "salga alguien de Repsol a
tranquilizar a la población". El responsable vecinal sabe que la empresa
no tiene competencia en esta materia, pero advierte de que los residentes en la
zona no pueden esperar a que personal de la Xunta llegue a Meicende en caso de
un accidente relevante, por lo que pide un "protocolo más sencillo".
La Consellería de Economía e Industria
afirmó ayer que no fue preciso activar el plan de emergencia exterior de la
refinería, por lo que no se requirió su intervención en el siniestro. Este
departamento informó de que sigue el procedimiento ordinario y que la
Subdirección Xeral de Administración Industrial estudia un informe preliminar
de accidente industrial.
Repsol mantuvo una reunión de su comité
de seguridad y salud laboral, de la que forma parte el comité de empresa, en la
que se informó del inicio de la investigación del accidente. La refinería
funcionó ayer a pleno rendimiento excepto en la unidad que resultó incendiada,
en la que se evalúan los daños. Tras las reparaciones necesarias, se pondrá de
nuevo en actividad cuando se compruebe su correcto funcionamiento. Repsol
explicó que al no haberse producido daños personales, la Inspección de Trabajo
no investigará los hechos.
El alcalde de A Coruña, Carlos
Negreira, calificó de "solo un susto" al accidente y destacó la
"perfecta coordinación" de todas las administraciones implicadas, al
tiempo que advirtió de que en cuestiones de seguridad es necesario mantener
siempre la alerta.