Se ha suspendido su libranza los viernes y
sábado. Las denuncias han caído de 7.000 en junio a 1.500
«Las cuentas
en el Ayuntamiento de Madrid no salen y alguien tiene que pagarlo», expresa en
un comunicado el sindicato UGT-FSP en relación a la suspensión de la libranza de la plantilla los viernes
y sábados, «con especial repercusión en el turno de noche»,
por orden del Ejecutivo que rige Ana Botella.
Dice UGT que el Consistorio «aprieta las tuercas» al Cuerpo
Municipal en «represalia» por el descenso de «recaudación» en las
denuncias por consumir alcohol en la vía pública. Se quejan
de que esta situación afecta a su «trabajo diario tanto en el ámbito de salud
laboral como a la conciliación de la vida laboral y familiar, que este
Ayuntamiento sabotea una y otra vez».
Para UGT, una de las
«armas» de la alcaldesa de Madrid «para el aumento de recaudación» es el
«sustancial incremento de las cuantías “botellón”, pero le ha salido rana».
Una «demanda vecinal»
Según datos oficiales, las últimas cifras facilitadas por el
Ayuntamiento recogen un total de 1.527 denuncias frente a las 4.376
impuestas en el mes de Julio o las 7.089 de junio. «A esta
caída en picado -cuando más necesitadas están las arcas municipales- ha
contribuido el conocimiento de los jóvenes del aumento del coste de las
sanciones (500 euros actualmente), que emprenden la huida ante la presencia
policial, y la estricta aplicación de la ley por parte de los componentes de
Policía Municipal, que sin dejar de hacer su trabajo, no están dispuestos a
convertir al ciudadano en chivo expiatorio del fracaso de la política económica
de la señora de Aznar y su equipo», añade el sindicato.
Desde el área de Seguridad y Movilidad del Ayuntamiento
responden a la acusación: «La lucha contra el consumo de alcohol en la calle se
trata de una demanda vecinal a la que, en el cumplimiento de sus obligaciones, la Policía Municipal debe dar respuesta tal y como siempre
se ha hecho. Nada tiene que ver con esta cuestión el tema de
la libranza de los viernes, puesto que el convenio aprobado por el Ayuntamiento
de Madrid en el año 2010 establecía ya la obligatoriedad de tomar las libranzas
entre los lunes y lo jueves. Además esta fórmula permite ajustar el servicio a
las demandas actuales de la ciudad tanto de seguridad como de servicios de
trafico».