El Juzgado de lo Penal número 2 de
Albacete juzgará el martes día 16 a dos hombres acusados cada uno de ellos de
un delito contra los derechos de los trabajadores y de otro de lesiones por
imprudencia.
El fiscal pide una pena de un año de
cárcel para cada uno de los acusados. Asimismo solicita que estos indemnicen
solidariamente a la víctima con 6.800 euros por secuelas y con 37.000 por
lesiones. De dicha cantidad responderá directamente la aseguradora Catalana
Occidente y subsidiariamente la empresa de las que los dos inculpados son
coadministradores y encargados de una fábrica de muebles de ésta.
En 2008
Los hechos que ahora se juzgan
ocurrieron, según el escrito de acusación del Ministerio Fiscal, en torno a las
17.30 horas del 7 de septiembre de 2008 cuando un peón de la fábrica, «al cual
no se le había facilitado la formación suficiente en materia de prevención de riesgos
ni en el manejo de una máquina tupí fresadora», introdujo su mano en el
interior de la maquinaria en cuestión. El trabajador sufrió una amputación de
cuatro dedos de la mano derecha.
Para sanar de sus heridas la víctima
requirió una intervención quirúrgica y tardó en curarse un total de 89 días, de
los cuales permaneció hospitalizado durante cuatro. En el escrito de acusación
se indica que la máquina carecía de advertencias del riesgo de corte, señal de
protección ocular y de advertencia acústica. Tampoco contaba, según el fiscal,
con un libro de instrucciones en castellano o de mantenimiento y registro.
Plan
Se apunta igualmente que el plan de
prevención de riesgos laborales, del que eran perfectamente conocedores los
acusados, no contaba con una completa evaluación sobre métodos de trabajo con
la tupí fresadora, ni contemplaba la obligación de parar la máquina para
realizar manipulaciones de la misma durante el trabajo.
El fiscal manifiesta también que dicha
maquinaria no podía ser utilizada por los trabajadores que no tuviesen en ese
momento la categoría de tupista de primera o tupista de segunda «pues se
trataba de una máquina para cuyo seguro y correcto manejo se exigía una
especial cualificación».
Categoría con la que no contaba la
víctima que estaba empleado en calidad de peón. Pese a no contar con esta
cualificación ni haberle facilitado formación suficiente en prevención de
riesgos y en el manejo de la tupí, el fiscal afirma que los acusados, que
conocían estas cuestiones, encomendaban al trabajador funciones propias de
oficial.
Entre las funciones a las que hacía
frente el trabajador se hallaba la utilización de la máquina fresadora en
cuestión.