El
juzgado de lo Penal número 3 de Jerez de la Frontera (Cádiz) ha condenado a una empresa
dedicada al transporte de mercancías por carretera a indemnizar con 930.560
euros a un empleado que quedó tetrapléjico tras caerse de una altura de nueve
metros cuando realizaba tareas de albañilería sin que para ello se le suministrase
material de seguridad alguno. Igualmente, condena a los dos socios de dicha
empresa a penas de
dos y un año de cárcel.
El juzgado de lo Penal número 3 de Jerez de la Frontera (Cádiz) ha
condenado a una empresa dedicada al transporte de mercancías por carretera a
indemnizar con 930.560 euros a un empleado que quedó tetrapléjico tras caerse
de una altura de nueve metros cuando realizaba tareas de albañilería sin que
para ello se le suministrase material de seguridad alguno. Igualmente, condena
a los dos socios de dicha empresa a penas de dos y un año de cárcel.
Según la sentencia,
a la que ha tenido acceso Europa Press, condena concretamente a uno de los
socios a dos años de prisión por un delito de lesiones por imprudencia grave y
otro contra el derecho de los trabajadores; fijando en un año la pena de cárcel
para la otra persona por un delito contra el derecho de los trabajadores.
Los hechos se
remontan al 22 de mayo de 2008, jornada en la que, según consta como hechos
probados en la sentencia, el trabajador, que desempeñaba funciones como
transportista, debía llevar mercancía a Sevilla. No obstante, al ser jornada festiva en
la capital hispalense, sus jefes le ordenaron tanto a él como a otro compañero
que realizaran tareas de albañilería en el techo de la nave de la empresa,
donde tenía que arreglar un agujero y retirar nidos de pájaros, sin que para
ello se les suministrase "ni formación, ni equipación para realizar ese
trabajo sin exponer su integridad física, su vida o su salud".
Una vez en lo
alto de la nave, tras subir gracias a una máquina elevadora alquilada para tal
fin, cedió una chapa termoplástica de la cubierta al no soportar el peso del
trabajador, que cayó desde una altura de nueve metros, precipitándose sobre una
mesa que amortiguó la caída. Como consecuencia, el empleado sufrió diversas
lesiones que le han dejado tetrapléjico.
Durante el
juicio, los ahora condenados declarando uno de ellos que fueron los
trabajadores los que, debido a la confianza que mantenía, quienes
"decidieron" ir a la nave para "dejar los caminos con la
mercancía" y "realizar trabajos de mantenimiento". La otra,
esposa del anterior, aseguró que ella sólo realizaba "tareas de
administración" y que "ni siquiera iba a la nave".
(EUROPA PRESS)