En pocos años, los ordenadores han
inundado todas las oficinas. De hecho, más del 80% de los trabajadores del
sector servicios pasan su jornada laboral sentados frente a un ordenador. Las
malas posturas y el mal diseño del puesto de trabajo son la principal causa de
numerosas molestias en la espalda. Sin embargo, podríamos evitarlos siguiendo
las recomendaciones de la Guía Técnica del INHST y el R.D. 488/97 que indican lo siguiente:
Pantalla
·
Los
caracteres de la pantalla deben ser claros y suficientemente espaciados.
·
Deberá
tener la luminosidad y el contraste ajustable.
·
Es
recomendable que la pantalla sea orientable e inclinable en función de los
deseos del trabajador.
·
Se
puede instalar en una mesa regulable o ponerla en un pedestal independiente.
·
No
debe tener reflejos ni ruidos que puedan molestar.
Teclado
·
Será
inclinable e independiente para poder adoptar una postura cómoda y evitar que
se cansen los brazos y las manos.
·
Debe
dejar espacio suficiente para apoyar los brazos y las manos.
·
Es
aconsejable que el teclado sea mate para evitar los reflejos.
·
Los
símbolos deben ser fácilmente legibles.
Mesa o superficie de trabajo
·
Deberá
ser poco reflectante y tener dimensiones suficientes.
·
Ha
de permitir la colocación flexible de pantalla, teclado, documentos y material
accesorio.
·
Los
documentos han de estar colocados de forma que reduzcan al mínimo los
movimientos de la cabeza y ojos.
·
Se
aconseja que exista suficiente espacio para que el trabajador pueda adoptar una
posición cómoda.
Asiento de Trabajo
·
Ha
de ser estable, permitiendo una postura confortable.
·
La
altura debe ser regulable y el respaldo reclinable.
·
Si
el trabajador lo solicita, se le deberá facilitar un reposapiés.
Del mismo modo, la propia oficina debería disponer de unas
condiciones mínimas. Estas se centran principalmente en dos factores: el espacio y la iluminación. Se aconseja que el espacio sea suficiente
como para permitir cambios de postura. En cuanto a la iluminación, tanto la
general como la especial deben garantizar niveles adecuados de iluminación. La
relación de iluminancias entre la pantalla y su entorno debe ser adecuada y,
para ello hay que tener en cuenta las necesidades del trabajo, las capacidades
del trabajador y el tipo de pantalla.
No en vano, pasamos más de un tercio de
nuestras vidas trabajando, por lo que cuidar el entorno es fundamental. De
hecho, la adecuada adaptación al entorno por parte del trabajador puede
favorecer e incrementar su productividad y, con ella, los beneficios de la
empresa.