lunes, 10 de septiembre de 2012

DIVULGATIVOS: LA SEGURIDAD SOCIAL ABONA EN PENSIONES EN LA REGIÓN EL 41% MÁS DE LO QUE INGRESA


Los cotizantes han caído en un año el 4,1% en la comunidad y los pensionistas han aumentado el 0,4%

La Seguridad Social ha empezado a echar mano de los ahorros para abonar las pensiones. En julio dispuso de 4.400 millones del Fondo de Prevención de las mutuas y el Ministerio de Empleo no descarta tener que recurrir al Fondo de Reserva, lo que en tiempos de la burbuja inmobiliaria se conocía como 'la hucha de las pensiones para épocas de declive'. Con una tesorería en la que, mes tras mes, sale más dinero –para pagar a cada vez más pensionistas– del que entra –por las cotizaciones de cada vez menos trabajadores ocupados–, el declive ya está aquí.
El año pasado, la Seguridad Social abonó en Castilla y León en concepto de pensiones y otras prestaciones dos mil millones de euros más de lo que ingresó. En concreto pagó 6.749,3 millones en pensiones contributivas, incapacidades laborales, prestaciones de maternidad, familiares, etc. Unidos al resto de gastos (de personal, financieros, en inversiones, etc), la Seguridad Social sumó 6.846,7 millones en pagos.
Frente a esto, los ingresos ascendieron en la región a 4.780,9 millones, el 99% de ellos procedentes de las cotizaciones sociales de empresas y trabajadores. El resultado es que la Seguridad Social abonó en pensiones en Castilla y León el 41,17% más de lo que ingresó por las cuotas. Al ser un sistema de caja única, las cuentas fueron equilibrándose con la suma del resto de comunidades autónomas.
En el total nacional, la Seguridad Social abonó 105.994,6 millones en pensiones y prestaciones y recibió 108.563,5 millones por cotizaciones (95.369,6 millones), tasas, ingresos patrimoniales, activos financieros, etc. Aun así incurrió en déficit porque los gastos de personal, de inversiones y demás elevaron las obligaciones reconocidas a 111.430,6 millones.
La Seguridad Social tiene que acabar este año en equilibrio (según el Plan de Estabilidad y los Presupuestos Generales del Estado), tras haber acabado el pasado por primera vez en números rojos. Sin embargo, la destrucción de empleo ha reducido la afiliación al sistema. En agosto, en España descendió en 136.762 personas, lo que situó la cifra global de afiliados en 16.895.977. En el último año ha descendido en 604.541 trabajadores, el 3,45%. Mientras, en esos doce meses, en Castilla y León el número de cotizantes se ha reducido en 38.382 personas hasta situarse en los 886.714 afiliados del mes pasado, es decir, el 4,15% menos.
Simultáneamente a la reducción de trabajadores ocupados, la cifra de pensionistas ha seguido el camino contrario. El 1 de agosto pasado, la Seguridad Social abonó en España un total de 8.934.220 pensiones, de las que 5,3 millones fueron de jubilación; 2,3 millones de viudedad; casi un millón de incapacidades permanentes y el resto, de orfandad y a favor de familiares. Los casi nueve millones suponen el 1,3% más que un año atrás.
En Castilla y León, el número de pensiones pagadas por la Seguridad Social en agosto ascendió a 592.232, el 6,6% del total nacional y el 0,4% más que un año antes.
Y para agravar el problema, no solo hay una cifra creciente de pensionistas, sino que las prestaciones que perciben son también cada mes más que pasa cuantiosas. El pasado, en Castilla y León, la pensión media se situó en 810,29 euros mensuales, 21 euros menos que la media nacional pero el 3,3% más que la pensión media de un año antes.
La nómina mensual de pensiones contributivas de la Seguridad Social (en este caso no existen datos desagregados por comunidades autónomas) alcanzó el pasado 1 de agosto 7.429,1 millones de euros, el 4,4% más que en el mismo mes de 2011.
Pese a esta evolución, el Gobierno ha descartado acelerar la entrada en vigor del retraso en la edad de jubilación a los 67 años que, según la última reforma aprobada, será efectiva para todos los trabajadores en 2027. Por el momento solo se propone limitar la jubilación anticipada y la jubilación parcial. En octubre enviará a la Comisión del Pacto de Toledo las medidas para conseguir un «retraso efectivo» de la edad de jubilación mediante restricciones para el retiro anticipado.
Recorte en las prestaciones
Similares problemas de tesorería a los que padece la Seguridad Social tiene el Servicio de Empleo Público Estatal. Este, que se encarga de abonar las prestaciones por desempleo, se nutre de las cotizaciones que abonan trabajadores y empresarios. El primero con un tipo que va del 1,55% al 1,60% de los devengos de su nómina y el segundo, con una aportación de entre el 5,50% y el 7,70%. Con el paro dramáticamente al alza y los ocupados a la baja, el equilibrio se vuelve imposible.
En julio de 2012, el gasto en prestaciones por desempleo –incluidas las cotizaciones que el Servicio Estatal abona a la Seguridad Social– ascendió en España a 2.593,5 millones de euros, de los que 115,2 millones (el 4,44%) fueron destinados a Castilla y León. Doce meses atrás, la nómina de prestaciones era de 2.400,3 y 98,5 millones, respectivamente. Es decir, que mientras en un año ha crecido el 8% en el país, en la comunidad autónoma lo ha hecho más del doble, el 16,5%.
El resultado es que ya el pasado mes de julio, el Gobierno aprobó un Decreto Ley de medidas para garantizar la estabilidad presupuestaria y de fomento de la competitividad en el que reducía la prestación por desempleo para los nuevos beneficiarios. A partir del séptimo mes los parados perciben, en lugar del 60% de su base de cotización, el 50%.
Castilla y León cuenta con menos de 1,5 ocupados para pagar cada pensión
El pasado mes de agosto, el número medio de afiliados a la Seguridad Social se situó en 16,89 millones de personas en España, de las que 886.714 figuraban en el registro de Castilla y León. Ese mismo mes, el número de pensiones contributivas que se abonaron en España ascendió a 8,93 millones, con 592.232 de ellas pagadas en la región.
El resultado de cruzar ambas cifras es que la proporción entre afiliados y pensionistas, lo que se conoce como 'tasa de dependencia' y constituye uno de los principales indicadores de la sostenibilidad del sistema, es de 1,90 en el conjunto del país y del 1,49 en la comunidad autónoma.
Tradicionalmente se considera que el sistema de reparto tiene solvencia financiera cuando su tasa de dependencia se encuentra por encima de 2,5 cotizantes por pensionista. En 2007, en pleno 'boom' inmobiliario, España llegó a tener una proporción de 2,7.
León, cerca de la paridad
De las nueve provincias, León es la que presenta una tasa más preocupante, incluso una de las más bajas de España: 1,12. Es el resultado de contar con 159.251 trabajadores cotizantes y 141.672 trabajadores retirados. Sigue Zamora con una tasa de dependencia de 1,16. Palencia ofrece un dato de 1,52 y Segovia, de 1,83. La provincia con mejor relación entre ambos colectivos es Valladolid, que calca el dato medio de España de 1,90 ocupados por pensión.