Tras seis
de vigencia de la reforma laboral aprobada por el Gobierno del Partido Popular,
un informe de las secretarías de Acción Sindical y Empleo de CCOO sobre
Expedientes de Regulación de Empleo ha puesto de manifiesto, según el
sindicato, las consecuencias “nefastas” del RDL 3/2012 y el “incremento
constante de despidos y del número de trabajadores y trabajadoras afectados”.
Según los últimos datos estadísticos facilitados por el
Ministerio de Empleo y Seguridad Social, los ERE autorizados/comunicados
durante el primer semestre de 2012 alcanzaron la cifra de 16.801, lo que supone
un aumento del 70,4% en relación con el mismo periodo de 2011.
De igual manera, el número de personas afectadas por ERE
autorizados/comunicados en el primer semestre de 2012, fue de 221.188, lo que
supone un crecimiento del 48,6% con respecto al número registrado en el mismo
periodo del año anterior.
A pesar de ese importante aumento, CCOO matiza que los puestos
de trabajo perdidos por procesos regulación de empleo representan un volumen
relativamente reducido sobre el total de puestos de trabajo destruidos en
España en los últimos tres años a causa de la crisis, alcanzando,
aproximadamente, el 3% del total, “puesto que las empresas han venido realizando
el ajuste laboral fundamentalmente a través de la no renovación de contratos
temporales y, en el caso de los indefinidos, por la vía de la automaticidad de
los despidos individuales por causas objetivas”.
El sindicato aconseja que, ante situaciones de dificultad
empresarial, siempre que sea posible se haga una apuesta decidida por la
flexibilidad interna negociada en las empresas con dificultades económicas,
incentivando la suspensión temporal del contrato y la reducción de jornada,
evitando con ello “la clásica y traumática extinción del contrato, al
considerar que los ERE son procedimientos que, cuando incluyen medidas que son
producto del acuerdo colectivo, posibilitan la adaptación y la viabilidad de
las empresas, y el mantenimiento del empleo, colaborando consecuentemente en
minimizar los efectos negativos que sobre los trabajadores y trabajadoras
provoca la crisis”.
RRHHpress