Estos sindicatos calculan que el funcionariado
riojano ya ha perdido un 28% de su poder adquisitivo
El acuerdo
de la mesa de Función Pública de la pasada semana para aplicar en la Administración
riojana la subida estatal a 37 horas y media en la jornada semanal del
funcionariado sigue trayendo repercusiones. Sin datos oficiales, los sindicatos
STAR, UGT y CC OO, que no firmaron el pacto para La Rioja , estimaron ayer como
consecuencia de esta aplicación la pérdida progresiva de unos 1.200 puestos de
trabajo, dentro de una horquilla que iría del 9% al 13% de la plantilla de la Comunidad. Según
sus datos, serán empleos que vendrán de la salida de interinos y de la
amortización de puestos por jubilaciones o excedencias, un «goteo constante que
ya se está dando», explicaron de los denunciantes, en contraste con la
comunicación posterior de la propia Administración riojana, en la que negó
tales cifras.
Los tres
sindicatos recuerdan que este aumento de horario es una medida más de ajuste al
funcionariado que en los dos últimos años ha acumulado varias rebajas
salariales, incremento de la jornada como consecuencia de la reducción de
vacaciones que tuvieron desde el 1 de enero, y ahora esto, que calculan supone
«un detrimento en retribuciones del 7%». En total, la suma de los recortes
arroja, según sus datos, una pérdida del poder adquisitivo del 27,8% en los dos
últimos años.
Volviendo
a esta medida concreta de las 37,5 horas, una disposición que se ha publicado
en el BOE con la Ley
de los PGE y que ya está en vigor, encierra en este caso un trasfondo más allá
del mero acuerdo, y que abarca no sólo los otros condicionantes de este
incremento de jornada (2,5 horas más a la semana) sino también el conflicto
interno dentro de la propia Mesa de Negociación, y un nuevo episodio en la
ruptura de la unión sindical.
«Ya se
está dando»
Yendo por
partes, la aplicación de esta disposición afectará, según explicaron STAR, UGT
y CC OO, principalmente a la
Sanidad (calculan que se podrían perder unos 600 empleos),
seguida de Administración General y Educación (donde apuntaron que las bajas
irían más allá del centenar de trabajadores); cálculos propios, porque «la Administración no
ha querido darnos esa información», puntualizaba Miguel Ángel Gurrea,
responsable de FSP-UGT.
Además de
esto, preocupan también las otras repercusiones que, según dijeron, ya se están
produciendo. «La gente ya está haciendo una tarde a la semana, o la
prolongación de jornada, o acumulándolo a los turnos rotatorios que tienen; se
han modificado vacaciones, calendarios de trabajo...», explicó Domiciano
Jiménez, presidente de STAR y ayer portavoz de los tres sindicatos, quien
advirtió también que que seguirá el «goteo de despidos de interinos, con esas
llamadas en vacaciones para que ya no volvieran; y las amortizaciones de
plazas».
Desde la Comunidad se ilustró la
medida como un retorno a la situación del año 2000, algo que admitían estos
sindicatos, pero con el matiz de que «el personal laboral no retrocede quince,
sino 30 años».
Recurso a
la negociación
Además de
las cuestiones meramente laborales, en esta ocasión la denuncia de STAR, UGT y
CC OO vino aparejada de otras cuestiones formales de la negociación en sí. Los
tres sindicatos anunciaron que están sopesando presentar un recurso contra la Administración
porque no fueron convocados a la
Mesa de Negociación en la jornadas en que se cerró el
acuerdo, para el que la
Administración finalmente recabó solo el apoyo de CSIF y la
coalición que forman CEMSATSE y ANPE.
Cabe
recordar que los tres sindicatos denunciantes habían abandonado la mesa días
antes, al no ver satisfecha su exigencia de información sobre cómo la medida
iba a afectar a la plantilla de la
CAR. Con todo, resaltaron que «se ha faltado al respeto a la
mesa de negociación y no ha habido una negociación real; no recibimos la
convocatoria para esa reunión, como tampoco hemos recibido el contenido del acuerdo».
También queda patente una vez más la ruptura de la unidad sindical: el
comunicado enviado ayer por CSIF llamando «irresponsables» a STAR, UGT y CC OO
acentuó el distanciamiento.
elcorreo.com/alava