La fiscalía constata un
descenso de la formación en seguridad en las empresas.
Oviedo
Félix VALLINA
El año pasado perdieron la vida 25 personas en Asturias a consecuencia de algún tipo de accidente en el trabajo, lo que supone un incremento de 9 fallecimientos con respecto al año anterior. Éste fue uno de los datos que ofreció ayer la fiscal delegada de siniestralidad laboral, Esperanza González Avella, que hizo hincapié en la necesidad de potenciar la formación en las empresas para rebajar el número de muertos durante la presentación de la memoria anual de su departamento. «Las causas que originan los accidentes de trabajo tienen diferentes características; sin embargo, la principal radica en los fallos organizativos, la falta de prevención, coordinación y orden. El medio más adecuado para evitarlos es la prevención eficaz y la formación, no sólo de los trabajadores, sino también de los empresarios», señaló Avella, que añadió: «He notado un interés menor en ese sentido, me han llamado para participar en menos charlas y cursos destinados a potenciar la seguridad».
González Avella aseguró no tener datos para ligar el aumento de los accidentes mortales a la situación de crisis económica, aunque lanzó un aviso a navegantes: «Aunque hoy por hoy existe mucha tensión y es prioritario encontrar un puesto de trabajo, más prioritario debe ser que el trabajo que se obtenga sea seguro», señaló. En ese sentido, la fiscal delegada de siniestralidad laboral recordó la importancia de perseguir los delitos de riesgo. «Desde el punto de vista de la prevención, dentro del campo del derecho penal, el medio más útil es la utilización del tipo de peligro concreto, sin esperar al resultado lesivo. No es necesario que llegue un fallecimiento para actuar».
Esperanza González Avella considera «muy grave» que «a día de hoy» se sigan produciendo accidentes laborales con consecuencias incluso mortales «por causas tan fácilmente evitables» como las caídas desde alturas. Además, advirtió de que la seguridad laboral compete «desde la primera empresa hasta la última subcontrata», y lamentó que «en muchas ocasiones las mutuas de trabajo siguen calificando como leves algunas lesiones que sí son de gravedad, pero que al no recibir tal calificación no provocan la intervención de la Inspección de Trabajo». Por sectores, de los 25 accidentes mortales, ocho se han registrado en la industria -seis de ellos en industrias extractivas-, siete en el sector servicios, cinco en la construcción y cinco en el sector primario.
Félix VALLINA
El año pasado perdieron la vida 25 personas en Asturias a consecuencia de algún tipo de accidente en el trabajo, lo que supone un incremento de 9 fallecimientos con respecto al año anterior. Éste fue uno de los datos que ofreció ayer la fiscal delegada de siniestralidad laboral, Esperanza González Avella, que hizo hincapié en la necesidad de potenciar la formación en las empresas para rebajar el número de muertos durante la presentación de la memoria anual de su departamento. «Las causas que originan los accidentes de trabajo tienen diferentes características; sin embargo, la principal radica en los fallos organizativos, la falta de prevención, coordinación y orden. El medio más adecuado para evitarlos es la prevención eficaz y la formación, no sólo de los trabajadores, sino también de los empresarios», señaló Avella, que añadió: «He notado un interés menor en ese sentido, me han llamado para participar en menos charlas y cursos destinados a potenciar la seguridad».
González Avella aseguró no tener datos para ligar el aumento de los accidentes mortales a la situación de crisis económica, aunque lanzó un aviso a navegantes: «Aunque hoy por hoy existe mucha tensión y es prioritario encontrar un puesto de trabajo, más prioritario debe ser que el trabajo que se obtenga sea seguro», señaló. En ese sentido, la fiscal delegada de siniestralidad laboral recordó la importancia de perseguir los delitos de riesgo. «Desde el punto de vista de la prevención, dentro del campo del derecho penal, el medio más útil es la utilización del tipo de peligro concreto, sin esperar al resultado lesivo. No es necesario que llegue un fallecimiento para actuar».
Esperanza González Avella considera «muy grave» que «a día de hoy» se sigan produciendo accidentes laborales con consecuencias incluso mortales «por causas tan fácilmente evitables» como las caídas desde alturas. Además, advirtió de que la seguridad laboral compete «desde la primera empresa hasta la última subcontrata», y lamentó que «en muchas ocasiones las mutuas de trabajo siguen calificando como leves algunas lesiones que sí son de gravedad, pero que al no recibir tal calificación no provocan la intervención de la Inspección de Trabajo». Por sectores, de los 25 accidentes mortales, ocho se han registrado en la industria -seis de ellos en industrias extractivas-, siete en el sector servicios, cinco en la construcción y cinco en el sector primario.
lne.es/asturias
