martes, 12 de junio de 2012

COLECCIONABLES



COLECCIONABLES

HERRAMIENTA DE GESTIÓN DE RIESGOS PSICOSOCIALES (3)

GESTIÓN DEL ACOSO LABORAL

Protocolo de actuación
Introducción

El protocolo de actuación que proponemos ha sido realizado por la Unión General de Trabajadores (UGT) y está validado por el INSHT, estando incluidas en las Notas Técnicas de Prevención (NTP)  891 y 892 denominadas, respectivamente,  “Procedimiento de solución autónoma de los conflictos de violencia laboral I” y “Procedimiento de solución autónoma de los conflictos de violencia laboral II”.
Se trata de un sistema que posibilita a cada empresa solucionar de forma autónoma la violencia laboral, sin tener que recurrir a la tutela judicial si no se desea, promoviendo un clima favorable que revierta en la mejora de la salud y la seguridad de los trabajadores y de la propia organización.
La solución que aporta este procedimiento se anticipa a los problemas derivados de la violencia, detectando los riesgos y las situaciones conflictivas, gestionándolos internamente. Las aportaciones del procedimiento en la actividad preventiva de la violencia laboral se resumen en los siguientes puntos:
  • Aproximación integral.
  • Actuación participada, negociada y coordinada.
  • Gestión y solución autónoma (extrajudicial).
  • Depuración de responsabilidades.
  • Prevención proactiva.
  • Atención a situaciones de baja violencia.
  • Orientación en el diagnóstico preventivo.
  • Identificación de factores de riesgo.
  • Recopilación de información y documentación.
  • Gestión interna, imparcial y garantista de las denuncias.
  • Flexibilidad, confidencialidad, rapidez y eficacia.
  • Orientación en las soluciones.
  • Retroalimentación y aprendizaje organizacional.
Orientaciones generales
A la hora de desarrollar el procedimiento se ha de prestar atención tanto a su estructura como a su dinámica. En este sentido, hemos de considerar una serie de orientaciones generales:

El procedimiento ha de integrarse en el Plan de Prevención de la empresa; no supone, por tanto, ninguna ruptura con aquello que ya la empresa debería estar realizando en materia de prevención. Se ha de partir de lo que ya existe intentando, en la medida de lo posible, evitar que se dupliquen procesos o estructuras.
El procedimiento debe contemplar y recoger la evolución que las situaciones de violencia suponen. Así no resulta efectivo un planteamiento que actúe sólo como respuesta a denuncias puntuales, ya que, normalmente, la violencia no es algo puntual, sino el resultado de una serie de prácticas organizativas e interpersonales deficientes, que se van gestando en el día a día. Las acciones violentas son el reflejo de lagunas en la actividad preventiva de la organización.
El procedimiento debe examinar los diferentes niveles que componen las situaciones de violencia laboral, por lo que ha de plantear respuestas metodológicas diferentes y complementarias. Se trata de desarrollar un sistema flexible, que disponga de recursos múltiples y variados. Esto supone introducir herramientas orientadas a la detección, junto a otras dirigidas al diagnóstico, la investigación, la intervención y la resolución.
El procedimiento ha de dar cabida a todos los componentes de la organización, motivo por el que ha de ser participado, conocido y compartido por todos.
Del procedimiento se deben derivar compromisos claros y acciones efectivas que supongan una retroalimentación, tanto para el sistema preventivo de la organización, como para el sistema de gestión del personal y de los procesos organizativos.
Si no se actúa de forma preventiva, y en fases tempranas, los daños pueden conducir a cuadros graves para la salud de los trabajadores, y a un importante deterioro de la salud de la organización. Atendiendo a esta evolución que tienen las situaciones de violencia, el procedimiento consta de cuatro momentos básicos:
  • Momento 1. Prevención proactiva de la empresa. 
  • Momento 2. Detección temprana de situaciones de riesgo de violencia laboral.
  • Momento 3. Organización y gestión de las situaciones de violencia. 
  • Momento 4. Respuestas de solución desde la organización. 
Para que la acción preventiva resulte eficaz se debe poner en marcha el procedimiento completo; aplicar partes del mismo supone poner parches puntuales al problema, pero no su solución. A continuación analizamos qué tipo de respuesta propone cada uno de estos momentos al problema de la violencia laboral. Presentamos finalmente, en el apartado “Anexos” una serie de documentos que aportan un material eminentemente práctico y útil para aquellas organizaciones que pretendan conseguir una gestión preventiva adecuada de este tipo de riesgos.