lunes, 25 de junio de 2012

ARTÍCULOS DE OPINIÓN: LA PREVENCIÓN DEL RIESGO CARDIOVASCULAR EN LA ACTIVIDAD LABORAL.


Una vida con horarios muy apretados, la consecuente falta de ejercicio físico y las comidas rápidas y fuera de hora, pueden traer consigo importantes consecuencias. Además, el estrés suele desencadenar hábitos poco saludables como fumar y beber en exceso. 

Esta situación favorece el desarrollo de factores de riesgo cardiovascular como diabetes, obesidad, hipertensión arterial, hipercolesterolemia, sedentarismo y tabaquismo. Las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de mortalidad en el mundo, y el 95% de los casos de infarto agudo de miocardio y accidente cerebrovascular, presentan, al menos, dos de estos siete factores de riesgo. Asimismo, causa numerosas bajas laborales al año, con el coste que esto supone para la Sanidad pública y las empresas. La detección precoz de las personas con riesgo es absolutamente esencial para lograr frenar la evolución del proceso. En este sentido, la medicina del trabajo juega un papel absolutamente capital. En el ámbito laboral es posible detectar el riesgo desde los estadios más tempranos para iniciar, en colaboración con la medicina asistencial primaria, el tratamiento adecuado. Ofrecer pautas a los trabajadores para ayudarles a cambiar su estilo de vida es un primer paso. 

Una buena alimentación puede ayudar a prevenir numerosas enfermedades, especialmente las cardiovasculares. Pero sobre todo fallamos en la falta de ejercicio físico. Si no se puede mantener un ejercicio diario controlado, basta con caminar 30 minutos al día a buen ritmo para mantenerse en forma. Los países nórdicos son un referente. Finlandia redujo un 30% la incidencia de infarto de miocardio con programas de ejercicio y salud a la comunidad.
Josep Brugada
Director Médico del Hospital Clinic de Barcelona, España