Según un estudio presentado en el XXXII Congreso de la Sociedad Española
de Medicina de Familia y Comunitaria
• Entre un 15-20% de las consultas de
Atención Primaria están relacionadas con este trastorno
• Las alteraciones afectivas, la
ansiedad, así como los trastornos adaptativos son los principales motivos de
prescripción de psicofármacos
La crisis económica ha provocado un
aumento de los casos de personas en tratamiento antidepresivo. Así se desprende
de un estudio realizado en Cataluña sobre el consumo de antidepresivos en la
población de entre 15 y 85 años, y presentado en el XXXII Congreso de la Sociedad Española
de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC), que estos días se celebra en
Bilbao y al que acuden más de 3.000 profesionales de Atención Primaria de toda
España.
Según explica el doctor Josep María
Elorza, del Instituto Catalán de la
Salud y del Instituto de Investigación en Atención Primaria
(IDIAP) Jordi Gol de Barcelona, y autor del estudio, "hemos observado un
incremento del consumo de fármacos antidepresivos coincidiendo con el aumento
de las cifras del paro en el año 2008, momento de inicio de la crisis
económica, y también a comienzos de 2010".
Esta situación ha tenido también su
reflejo en los últimos años en las consultas de Atención Primaria (AP), puerta
de entrada en el Sistema Nacional de Salud. En palabras del doctor Carlos
Calderón, del Centro de Salud de Alza en Donostia, "en las consultas de
Atención Primaria la prevalencia anual de depresión se calcula alrededor del
15% llegando al 20% en mayores de 65 años. A lo elevado de la frecuencia se
suma el hecho de que la depresión generalmente no es el único problema de salud
por el que acude el paciente, lo cual contribuye a la dificultad en su
clasificación y registro, y a la complejidad de su manejo en circunstancias de
elevada demanda y de escasez de tiempo".
Los médicos de familia tienen un papel
clave en la detección y manejo de todos los trastornos mentales, incluyendo a
pacientes con alteraciones de carácter psicótico. En este sentido, en muchas
ocasiones es difícil para este profesional distinguir un cuadro de depresión
grave de otros trastornos de ansiedad más leves. "Como sabemos existe una
complejidad para delimitar los cuadros depresivos como entidades clínicas,
sobre todo en relación a los múltiples malestares que influyen en el estado de
ánimo, pero que no deberían considerarse precipitadamente como depresiones.
Para distinguir mejor lo que es depresión de lo que no lo es existen distintas
escalas diagnósticas, pero según nuestros estudios, los profesionales apenas
las utilizan", explica este experto.
Trastornos mentales y fármacos más
comunes
Las alteraciones afectivas, la
ansiedad, la depresión, así como los trastornos adaptativos son los principales
motivos de prescripción de psicofármacos en la consulta del médico de familia.
Según explica el doctor Elorza,
"mucha de la medicación prescrita la inicia el médico de familia, que es
quien realiza el seguimiento de la patología. En el caso de un tratamiento
antidepresivo el control de estos pacientes forma parte del especialista de
Atención Primaria, aunque en los casos de mayor gravedad suele estar compartido
con el psiquiatra".
Los ansiolíticos, y más en concreto las
benzodiacepinas, son los psicofármacos más prescritos por el médico de familia.
En este sentido, en general su utilización es adecuada a corto plazo, mientras
que pocas veces está justificado su consumo de forma más constante, como ha
pasado en los últimos años. "En nuestro medio la alternativa terapéutica
más utilizada es la farmacológica, lo cual tiene su reflejo en una
impresionante tendencia al aumento en el consumo y gasto de medicación
antidepresiva, no siempre justificado ni correctamente evaluado. Nos
encontramos, por tanto, ante un importante reto de readecuación y mejora del
diagnóstico y tratamiento de este tipo de pacientes en el que deberíamos
participar todos los profesionales implicados (medicina de familia,
psiquiatría, psicología, enfermería, trabajo social)", explica el doctor
Calderón.
Además, añade que "los
profesionales implicados en el cuidado de este tipo de pacientes hemos de
avanzar en conocernos y comunicarnos, en consensuar criterios lo más
científicos posibles de diagnóstico y tratamiento, así como en aprender
mutuamente los unos de los otros, y en asumir el compromiso de una atención
compartida, continuada y centrada en el paciente".
semFYC Actividades