“El trabajo debe vivirse como la oportunidad de desarrollar una parte de nosotros”, afirma la catedrática de Medicina Legal y Forense de la UGR María Castellano Arroyo
- La profesora y presidenta de la Comisión Nacional de Medicina del Trabajo ofreció el lunes, 9 de julio, la conferencia inaugural del curso que sobre prevención de riesgos laborales organiza en Almuñécar el Centro Mediterráneo de la Universidad de Granada
“Como médicos del Trabajo,
hemos de promover que el trabajo se viva como la oportunidad de desarrollar una
parte de nosotros, nuestras relaciones con otras personas, ayudar a otros
solucionando sus necesidades, junto a la oportunidad de ganancia económica que
nos permita disfrutar de otras actividades complementarias a la vida diaria”,
dijo María Castellano Arroyo, catedrática de Medicina Legal y Forense de la UGR,
académica de la Academia Nacional de Medicina, presidenta de la Comisión
Nacional de Medicina del Trabajo y directora de la Escuela Profesional de
Medicina del Trabajo, quien impartió en Almuñécar, el lunes, 9 de julio de
2012, la conferencia inaugural del curso “La prevención de riesgos laborales
desde una perspectiva multidisciplinar y como oportunidad de trabajo en tiempos
de crisis”, que dirige el catedrático de Toxicología de la UGR Fernando Gil Hernández y organiza el
Centro Mediterráneo de la Universidad de Granada.
En su conferencia titulada
“El trabajo como fuente de salud y enfermedad” la profesora María Castellano
Arroyo afirmó que “El trabajo es un acto humano y como tal es una expresión más
de las actividades de la persona. La actividad laboral no puede separarse de
otras parcelas de la vida como la familiar, social, de ocio, etc., Por ello, es
fundamental que la persona se adapte al trabajo y que el trabajo se adapte a la
persona en lo que se refiere a las exigencias de la tarea (requerimientos del
puesto de trabajo) y a la preparación, cualidades y aptitudes de la persona que
va a ocupar este puesto de trabajo. Cuando existe una buena armonía entre la
tarea que se espera y lo que la persona puede ofrecer, ésta se encontrará más
encajada, más satisfecha, más gratificada y el resultado será más positivo, en
cuanto al rendimiento (eficacia, eficiencia)”.
La profesora y presidenta
de la Comisión Nacional de Medicina del Trabajo señaló que aunque no se puede
decir de forma absoluta que hay trabajos originalmente saludables y
satisfactorios, y otros esencialmente penosos que suponen una fuente de riesgos
y peligros para la salud, cada trabajo tiene sus ventajas y sus inconvenientes,
sus riesgos y sus beneficios.
“Será tarea de la Medicina
del Trabajo --indicó-- promover ambientes de trabajo saludables y prevenir los
riesgos inherentes a cada tarea o puesto, con ello el trabajo se hará más
saludable y supondrá una fuente de satisfacción para la persona trabajadora.
El trabajo, ¿fuente
de salud?
¿De qué depende, pues, que
el trabajo sea fuente de salud o de enfermedad? Dependerá –afirma la profesora
de la UGR--
de qué se hace, cómo se hace, cuándo se hace, dónde se hace y con quién se
hace. Todo ello ofrece respuestas generales e iguales para todos los
trabajadores, pero habrá otras que dependen de cómo cada persona, desde su
manera individual de ser, vive el trabajo, establece las relaciones
interpersonales, afronta los problemas y conflictos y elabora las soluciones y
respuestas.
La personalidad, como
estructura mental particular, hace que la satisfacción en el trabajo dependa,
sobre todo, de la forma en que se viva ese trabajo y se incorpora en la vida
propia, familiar y social.
“Es importante desde la
Medicina del Trabajo --concluye la catedrática de Medicina Legal y Forense de
la UGR--
conocer, también, este aspecto personal de la salud laboral, para promover en
los trabajadores actitudes saludables que eviten conflictos personales o
colectivos innecesarios y fuente, siempre de estrés, de disconfort y malestar
psíquico”.
canalugr.es