Pontevedra - En menos de cuatro meses sus principales
directivos sufrieron dos gravísimos accidentes laborales.
La desgracia parece cebarse en la
familia de Marín, propietaria de las fábricas de gaseosa carbónica, de Seixo.
En menos de cuatro meses sus principales directivos sufrieron dos gravísimos
accidentes laborales. El primero en mayo, le costó la vida a un trabajador, de
47 años. En la misma fábrica su hermano, de 52 años, resultó víctima de otro
siniestro, al saltarle la sosa cáustica que manipulaba para el lavado de las
botellas. El hombre fue ingresado en la UCI de quemados del policlínico Povisa,
en Vigo, tras ser visto en el de O Salnés.
El siniestro
laboral se produjo en la planta, en Bamio, poco después de las cinco de la
tarde. Al parecer estaba en la máquina limpiadora de botellas a la que tenía
que echar sosa cáustica.
La fatalidad
hizo que en el momento en que preparaba la mezcla le salpicara el producto
altamente corrosivo, provocándole quemaduras de segundo y tercer grado en el
35% de su cuerpo. Las principales zonas afectadas son la parte izquierda del
tórax, de la cara y algo de la espalda. También podría tener afectado el ojo
izquierdo.
De inmediato
se llamó a los servicios de Emergencias, acudiendo a la fábrica de Bamio una
ambulancia medicalizada del 061, efectivos del servicio municipal de Protección
Civil y Emergencias y una patrulla de la Policía Nacional de Vilagarcía.
El herido fue
atendido en un primer momento por el médico y trasladado al servicio de
Urgencias del Hospital Comarcal do Salnés, donde fue estabilizado para poder
trasladarlo a la unidad de quemados del policlínico Povisa, en Vigo.
Permanece
ingresado en la UCI de quemados en estado grave, con quemaduras en el 35% de su
cuerpo.
Esta familia
muy conocida, y con otra fábrica de gaseosas en Seixo, aún no ha podido
recuperarse de la muerte en accidente laboral, también en la fábrica de otro de
sus miembros, de 47 años, que el pasado 10 de mayo sufrió una tremenda descarga
eléctrica, al tocar uno de los cables que abastecen de energía la industria.
Este empresario acostumbraba a quedarse a comer en las fábricas para abrir las
puertas a los trabajadores. Estaba solo cuando ocurrió el fatal accidente, y
fue encontrado por los operarios cuando regresaron para el turno de la tarde.