Mejorar la
calidad de vida es complejo para todos, especialmente para personas que están
mal alimentadas, ya sea por déficit o por exceso. La capacidad de trabajo de
cada individuo está directamente relacionada a la calidad de su alimentación y
desciende cuando ésta es deficiente. Según la Organización Mundial
de la Salud
(OMS, Ginebra 2005) la carga de enfermedades no transmisibles no sólo incide
sobre la calidad de vida de las personas afectadas y sus familias, sino también
sobre la estructura socio-económica de un país.
El lugar de trabajo está reconocido
internacionalmente como un marco adecuado para la promoción de la salud desde
1950, pero implementado como tal desde 1995. En setiembre del año 2005 la Organización
Internacional del Trabajo, realizó un informe llamado: “Una
deficiente alimentación en el trabajo afecta la salud y la productividad”.
Después de examinar los hábitos alimentarios en el lugar de trabajo en
distintas partes del mundo, se considera que si estos mejoran se puede aumentar
la tasa de productividad, prevenir deficiencias nutricionales, enfermedades
crónicas y obesidad. Se requieren inversiones moderadas, que se recuperan mediante
la reducción de las licencias médicas y los accidentes, por ejemplo. Sin
embargo, todavía se considera un aspecto secundario.
En 2008 la OMS y el Foro Económico
Mundial organizaron un evento
conjunto sobre prevención de las enfermedades no transmisibles en el lugar de
trabajo, en el que se abordó, específicamente, el tema de las dietas
y la actividad física. De los resultados presentados se destacan la reducción
media del 27% en las ausencias por enfermedad, 26% en los costos de asistencia
sanitaria y 32% en las indemnizaciones por accidente de trabajo y por
discapacidad.
Hoy en día las exigentes jornadas de
trabajo de al menos ocho horas, implican que hagamos de dos a tres comidas
fuera de casa, por eso el lugar de trabajo es un espacio ideal para modificar
hábitos relacionados a la alimentación y salud. Atender la calidad de la
alimentación del equipo humano de una empresa es aprovechar una oportunidad
para aumentar el bienestar, autoestima y rendimiento de los individuos.
Destinar recursos a mejorar la calidad de comedores, máquinas expendedoras y
salas de descanso es una inversión que debería ser considerada en el
presupuesto anual siempre.
Publicado el: 30 de agosto
de 2012 a
las 18:26
Por: Luciana Lasus