viernes, 31 de agosto de 2012

BIENESTAR CORPORATIVO


Mejorar la calidad de vida es complejo para todos, especialmente para personas que están mal alimentadas, ya sea por déficit o por exceso. La capacidad de trabajo de cada individuo está directamente relacionada a la calidad de su alimentación y desciende cuando ésta es deficiente. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS, Ginebra 2005) la carga de enfermedades no transmisibles no sólo incide sobre la calidad de vida de las personas afectadas y sus familias, sino también sobre la estructura socio-económica de un país.
El lugar de trabajo está reconocido internacionalmente como un marco adecuado para la promoción de la salud desde 1950, pero implementado como tal desde 1995. En setiembre del año 2005 la Organización Internacional del Trabajo, realizó un informe llamado: “Una deficiente alimentación en el trabajo afecta la salud y la productividad”. Después de examinar los hábitos alimentarios en el lugar de trabajo en distintas partes del mundo, se considera que si estos mejoran se puede aumentar la tasa de productividad, prevenir deficiencias nutricionales, enfermedades crónicas y obesidad. Se requieren inversiones moderadas, que se recuperan mediante la reducción de las licencias médicas y los accidentes, por ejemplo. Sin embargo, todavía se considera un aspecto secundario.
En 2008 la OMS y el Foro Económico Mundial organizaron un evento conjunto sobre prevención de las enfermedades no transmisibles en el lugar de trabajo, en el que se abordó, específicamente, el tema de las dietas y la actividad física. De los resultados presentados se destacan la reducción media del 27% en las ausencias por enfermedad, 26% en los costos de asistencia sanitaria y 32% en las indemnizaciones por accidente de trabajo y por discapacidad.
Hoy en día las exigentes jornadas de trabajo de al menos ocho horas, implican que hagamos de dos a tres comidas fuera de casa, por eso el lugar de trabajo es un espacio ideal para modificar hábitos relacionados a la alimentación y salud. Atender la calidad de la alimentación del equipo humano de una empresa es aprovechar una oportunidad para aumentar el bienestar, autoestima y rendimiento de los individuos. Destinar recursos a mejorar la calidad de comedores, máquinas expendedoras y salas de descanso es una inversión que debería ser considerada en el presupuesto anual siempre.
Publicado el: 30 de agosto de 2012 a las 18:26