Familias,
funcionarios, parados y pensionistas pagarán el ajuste de 65.000 millones de
Rajoy
LOS PARADOS COBRARÁN UN 17% MENOS
EL COSTE DEL RESCATE
Los desempleados que tramiten el cobro de la prestación de desempleo cuando entre en vigor del nuevo ajuste presupuestario del Gobierno sufrirán una rebaja del 17% en la cuantía que percibirán a partir del séptimo mes. Finalmente, el Ejecutivo ha optado por modificar el cálculo del seguro de desempleo en lugar de reducir los plazos de cobro.
En los primeros seis meses, los nuevos perceptores de la prestación contributiva seguirán cobrando el 70% de la base reguladora del último salario, pero a partir del séptimo mes recibirán el 50% en lugar del 60% como sucede ahora.
Para un desempleado que cobre la cuantía media que se registró en mayo, que ascendió a 865,2 euros, la rebaja que aplicará el Servicio Público de Empleo (Sepe) puede suponer una merma de 144 euros mensuales. La finalidad de esta medida es, según asegura el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, evitar los "efectos desincentivadores de la búsqueda de empleo, siguiendo el ejemplo de algunos países de la UE ". O sea, que se intenta "animar la búsqueda activa de trabajo", según la opinión del Ejecutivo.
Es decir que, según la argumentación del Gobierno, un desempleado que perciba 721 euros en lugar de 865 puede estar más predispuesto a aceptar un empleo con un sueldo bajo. Sin embargo, la medida se enmarca en el plan global para reducir el déficit público en 65.000 millones en un año y medio, aunque el ahorro para el Estado comenzará de aquí a medio año.
El gasto en desempleo es una de las partidas más abultadas que ha de afrontar el Gobierno, con una nómina que en mayo pasado fue de casi 2.600 euros y que en el conjunto del año supera los 30.000 millones destinados a pagar las prestaciones y los subsidios de casi 2,9 millones de parados de los 4,6 millones inscritos como demandantes de trabajo.
Desde el Ministerio de Empleo matizaron algunas aristas de la medida anunciada por Rajoy. Los topes mínimo y máximo establecidos actualmente para la base reguladora no se modificarán, por lo que la medida no afectará a los trabajadores con bases de cotización inferiores a los 44 euros diarios. Eso supone que al menos el 27% de los nuevos parados no verán recortada su prestación por desempleo a partir del séptimo mes.
Para las prestaciones que se originen en el 2012, el tope mínimo alcanza actualmente los 497 euros mensuales cuando el trabajador no tiene hijos a su cargo y los 664,74 euros mensuales si tiene, al menos, un hijo a cargo. En el mismo paquete de reformas del desempleo, Rajoy avanzó que se exigirá haber trabajado previamente para acceder a la renta activa de inserción (RAI).
ANTONI FUENTES
UNA ENMIENDA A SÍ MISMO
JORNADA DE RECTIFICACIONES
"Hacemos lo que nos nos queda más remedio que hacer, tanto si nos gusta como si no". Mariano Rajoy repitió ayer esta idea en la tribuna del Congreso en varias ocasiones, consciente de que las medidas que acababa de anunciar suponen una enmienda a sí mismo y a la política que el PP ha defendido en los últimos años.
Como hizo José Luis Rodríguez Zapatero en mayo del 2010, cuando aprobó el primer gran tijeretazo de la democracia y empezó a cavar su tumba política, Rajoy apeló a la grave situación económica para justificar su giro copernicano, y añadió el argumento de la dejadez del Ejecutivo anterior. "Me he opuesto a la subida del IVA, lo sabe todo el mundo. ¿Para qué voy a negarlo? Si nosotros tuviéramos un 6% de déficit, yo no subo el IVA ni el IRPF. ¡Es que lo bajo! Pero esa es la clave", declaró en la réplica al líder del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba.
La subida de impuestos, la rebaja del sueldo de los funcionarios, el recorte del seguro de desempleo y el ajuste de la cuantía de las pensiones. Cuatro medidas de calado que durante la campaña electoral de hace solo siete meses prometió que no iba a abordar y que ahora todos los ciudadanos, entre ellos sus 10.800.000 votantes, verán cómo se aprueban en pocas semanas.
Le debe de pesar a Rajoy el tono que utilizó el 10 de junio en el Salón de los Tapices de la Moncloa cuando se jactó de la "presión" que había ejercido sobre sus socios europeos para conseguir la "ayuda financiera" a la banca.
El presidente de los circunloquios y los eufemismos (ayer dijo que el recorte de desempleo busca "animar" a los parados a buscar trabajo) ni siquiera reconoció que la batería de medidas se deba precisamente al rescate de 100.000 millones. Qué lejos los discursos que pronunciaba en la oposición sobre la "confianza" que su mera elección como presidente del Gobierno iba a dar a los mercados y a los socios europeos.
EL COSTE DEL RESCATE
La Unión Europea y del Fondo Monetario Internacional (FMI) había reclamado que se eliminara esta ventaja fiscal (deducción de hasta el 15% sobre los primeros 9.000 euros dedicados anualmente a pagar la casa --el 10% por las cantidades restantes--), ya que consideraban que conceder un mayor atractivo fiscal a la compra de vivienda en detrimento del alquiler alimenta las burbujas inmobiliarias además de suponer un lastre para las cuentas públicas.
ADIÓS A LA DEDUCCIÓN EN LA COMPRA DE VIVIENDA Y TABACO MÁS CARO
EL COSTE DEL RESCATE
Entre las medidas anunciadas por el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, se incluyen iniciativas relativas con los impuestos y, en especial, una que implica dar marcha atrás en una de las grandes promesas electorales del PP de Rajoy: la desgravación en el impuesto sobre la renta del la compra de vivienda nueva.
Otro de los impuestos que el Gobierno anunció que subirá es el especial sobre el tabaco, lo que implicará que los fumadores no solo tengan que hacer frente a la subida de tres puntos del IVA, sino también a la de este impuesto especial. Así, según fuentes del sector, las cajetillas se encarecerán "entre 30 y 45 céntimos solo por la subida del IVA".
Otra de las medidas adelantadas es la rebaja en las cotizaciones sociales que pagan las compañías: un punto menos en el 2013 y otro punto adicional en el 2014. CCOO censuró esta iniciativa y aseguró que se puede reducir en más de 6.000 millones de euros anuales la recaudación de la Seguridad Social , mientras que la CEOE la aplaudió. Rajoy también anunció la reforma del sistema de tributación medioambiental.
DE LA CARNE Y EL PESCADO A LA GASOLINA
EL COSTE DEL RESCATE
Carne y pescado --del 8% actual al 10%-- o vehículos, gasolinas y gasóleos, ropa y zapatos --del 18% actual al 21%--. La subida del tipo general del IVA, del 18% al 21%-- y del reducido --del 8% al 10%-- se notará en cientos de artículos de consumo. Solo se librarán los alimentos considerados básicos, como el pan, la leche, los huevos, el queso, las frutas, las verduras y las hortalizas, así como las medicinas o los libros, a los que se les aplica un gravamen del 4%.
Uno de los sectores que más puso el grito en el cielo fue el del turismo, una de las pocas actividades que impide que el descenso de la economía sea aún mayor. Los hoteles, restaurantes y bares, en cuyos servicios se aplica el gravamen reducido del 8%, pasarán a soportar el 10% si el Ejecutivo central no se lo repiensa antes de mañana viernes en el consejo de ministros.
Algo parecido sucede con los billetes de avión --ya han registrado un encarecimiento a causa de la subida de las tasas aeroportuarias de hasta el 50% y además con efectos retroactivos-- y de otros transportes, como el tren o el barco, que del 8% pasarán a un IVA del 10%.
Los fabricantes de coches, agrupados en Anfac, y los importadores (Aniacam) estiman que la subida de tres puntos del gravamen provocará la venta de entre 20.000 y 25.000 coches menos en los cinco meses que quedan del año. Para un vehículo de unos 15.000 euros de gama media, el incremento fiscal supone unos 400 euros más.
Y no todos serán efectos positivos para las arcas públicas porque lo que el Estado ingresará de más lo pueden tener que pagar otras Administraciones.
El aumento del IVA debe verse como una medida conjunta con la bajada de las cotizaciones sociales en el 2013 y el 2014, explica Anna Royuela, abogada de Baker & McKenzie. Esta especialista en imposición indirecta considera que "es imposible que sectores como el comercio puedan poner al día sus precios con el nuevo IVA en apenas dos días", si es que la entrada en vigor es partir del lunes.
En cualquier caso, algunas cadenas de moda ya se han anticipado y han puesto en marcha todo su arsenal comercial. Mango anunció que absorberá el aumento del IVA y no repercutirá en los precios de sus artículos la subida del 18 al 21%.
La firma propiedad de la familia Andic se sumó de esta forma a la iniciativa del principal grupo textil español, Inditex, que poco después de hacer público el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, el alza del IVA avanzó que todas sus marcas (Zara, Zara Home, Pull&Bear, Massimo Dutti, Bershka, Stradivarius, Oysho y Uterqüe) asumirán el aumento y no incrementarán el IVA en el precio final de todos sus productos. AGUSTI SALA¿SERVIRÁ DE ALGO LA RECTIFICACIÓN?
Mariano Rajoy se preguntó ayer en tono retórico si las medidas de recorte y de subida de impuestos que acababa de anunciar ante el Congreso de los Diputados servirían de algo. Su respuesta, por supuesto, fue afirmativa, pero esa gran cuestión es mucho más compleja y escapa al desideratum de un político. En estos momentos, muy pocas personas, expertas o no, creen de verdad que todos estos sacrificios nos pueden llevar a buen puerto. La experiencia dice que en los países donde se han aplicado estas recetas los resultados dejan mucho que desear, no ya para la población, que ha sido empobrecida, sino para la propia actividad económica, que se ha contraído.
Pero no hay que mirar fuera de nuestras fronteras. La escena de ayer de un presidente del Gobierno presentando y defendiendo ajustes a la vez que aseguraba que van contra su programa electoral, su ideología y su criterio personal era un remake de la que protagonizó José Luis Rodríguez Zapatero en la misma tribuna hace algo más de dos años. El socialista evitó la intervención europea con un programa de recorte de 15.000 millones de euros para dos años. El conservador trata ahora de esquivar inútilmente un rescate que ya se ha producido con un recorte de 65.000 millones para dos años y medio. Paradójicamente, ambos han intentado convencer a los españoles de que acepten los esfuerzos que inspiran unas ideas que ellos dicen no compartir.
A estas alturas, los ciudadanos tenemos elementos de juicio más que de sobra para evaluar lo conseguido. En el momento del ajuste inicial de Rodríguez Zapatero, en el primer trimestre del 2010, según la EPA 4,6 millones de españoles habían perdido su empleo. Ahora son 5,6 millones. Entonces, el Estado tenía contraída una deuda equivalente al 62,3% del PIB. En estos momentos, es del 68,5%. El diferencial que se pagaba por el bono español a diez años respecto del alemán en mayo del 2010 era de 162 puntos, mientras que ayer estaba en 536. El déficit público, que cerró el 2009 en el 11,2% acabó el 2011 en el 8,9%, si bien las perspectivas permiten suponer que acabará este año por debajo del 7%. Y el PIB del 2010 cayó el 0,1%, mientras que en el primer trimestre de este año lo ha hecho en un 0,5% en términos interanuales. Es evidente que no se puede hacer un balance positivo de los resultados de la política de recortes que dicta la Unión Europea , ni mucho menos. En consecuencia, la respuesta al interrogante del presidente tampoco puede ser afirmativa. Los seis meses y medio de Gobierno del PP están repletos de esos errores y de una política frente a Bruselas de desplantes, negativas, apelaciones vacías a la soberanía nacional y negación de la realidad que no han dado ningún fruto. El presidente del Gobierno ha reaccionado tarde y mal a la segunda recesión que sufre España en esta larga crisis, como le pasó a Zapatero con la primera. En el caso de Rajoy, hay que sumar como uno de sus errores más graves --del que ayer se zafó como pudo-- la mala gestión de la crisis de Bankia, donde había colocado a un compañero de partido, y cuyo estallido ha arrastrado a todo el sistema y ha terminado por afectar a toda la economía.