El
Diseño de un Puesto de Trabajo es un proceso de organización del trabajo
que tiene como objetivo estructurar los elementos, deberes y tareas de los
puestos de una organización, atendiendo el contenido, requisitos,
responsabilidades, condiciones, calificaciones y recompensas de los ocupantes,
para lograr el mejor rendimiento de la empresa y la mayor satisfacción de sus
trabajadores.
Es importante diseñar los
puestos de trabajo teniendo en cuenta los factores humanos. Los puestos de
trabajo bien diseñados tienen en cuenta las características mentales y físicas
del trabajador y sus condiciones de salud y seguridad. La manera en que se diseña
un puesto de trabajo determina si será variado o repetitivo, si permitirá al
trabajador estar cómodo o le obligará a adoptar posiciones forzadas, y si
entraña tareas interesantes o estimulantes o bien monótonas y aburridas.
Algunos factores ergonómicos
que habrá que tener en cuenta al diseñar o rediseñar puestos de trabajo son:
·
Tipos
de tareas que hay que realizar.
·
Cómo
hay que realizarlas.
·
Cuántas
tareas hay que realizar.
·
El
orden en que hay que realizarlas.
·
El
tipo de equipo necesario para efectuarlas.
Además, un puesto de trabajo bien diseñado debe hacer lo
siguiente:
·
Permitir
al trabajador modificar la posición del cuerpo.
·
Incluir
distintas tareas que estimulen mentalmente.
·
Dejar
cierta latitud al trabajador para que adopte decisiones que hagan compatible su
vida personal y laboral.
·
Dar
al trabajador la sensación de que realiza algo útil.
·
Facilitar
formación adecuada para que el trabajador aprenda qué tareas debe realizar y
cómo hacerlas.
·
Facilitar
horarios de trabajo y descanso adecuados gracias a los cuales el trabajador
tenga tiempo bastante para efectuar las tareas y descansar.
·
Dejar
un período de ajuste a las nuevas tareas, sobre todo si requieren gran esfuerzo
físico, a fin de que el trabajador se acostumbre gradualmente a su labor.