El director de la
oficina española de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), Joaquín
Nieto, alertó de que el número de adolescentes entre 15 y 17 años empleados en
actividades peligrosas ha aumentado a consecuencia de la crisis.
Coincidiendo
con la celebración del Día Mundial contra el Trabajo Infantil, Nieto destacó
que los accidentes laborales entre este colectivo se han incrementado desde
2008, lo que es un indicador de que la cantidad global de menores empleados en
sectores peligrosos ha crecido.
Así
sucede por ejemplo en la región andina, pero también en
países industrializados como Estados Unidos, prueba de que a escala
internacional el fenómeno está aumentando, señaló Nieto.
Hay
más pobreza en las familias, prosiguió, y esto lleva a que los adolescentes
entre 15 y 17 años, que legalmente sí pueden trabajar, se empleen en sectores
peligrosos, donde su actividad es ilícita, como el campo, las minas, la
industria textil o el transporte de cargas pesadas.
Según
la OIT, en el mundo existen unos 215 millones de niños explotados laboralmente,
cifra que incluye tanto a los menores de 15 años -cuyo empleo está prohibido-
como a los mayores de esta edad, dedicados a las peores
formas de trabajo.
Los niños no son adultos pequeños, y los pesticidas que
se utilizan en la agricultura, las posturas forzadas y el transporte de cargas
excesivas tienen consecuencias en su organismo, físicas y psíquicas, que les
perjudicarán toda su vida, subrayó Nieto.
La
agricultura es el sector que más mano de obra infantil concentra en el mundo
(un 60%), sobre todo en explotaciones familiares, si bien el empleo en explotaciones de multinacionales, donde la
exposición a pesticidas es mayor, aumenta en los últimos años, afirmó Nieto.
Por
zonas geográficas, los mayores volúmenes se encuentran en Asia-Pacífico, donde
uno de cada ocho niños trabaja, aunque la mayor incidencia se encuentra en
África subsahariana, con uno de cada cuatro niños explotado laboralmente.
América
Latina y el Caribe presentan tasas de trabajo infantil del 10%, mientras que en
los países desarrollados la explotación laboral de menores de 15 años se ha
erradicado salvo excepciones, aunque según la OIT puede crecer
entre los mayores de esta edad.
Naciones
Unidas y la OIT fijaron 2016 como fecha límite para conseguir la eliminación
del trabajo infantil en aquellas actividades más peligrosas.
De
hecho, de los 215 millones de niños explotados, 115 están empleados en dichos
sectores, incluidos 9,5 millones inmersos en actividades delictivas, como la
prostitución, la pornografía, el trabajo esclavo, los niños soldado o los
usados como correos de la droga.
Nieto
precisó que la explotación laboral de menores de 15 años disminuyó de forma muy
considerable, hasta un 30% entre 2000 y 2008, lo que a su juicio significa que se puede hacer.
Advirtió
asimismo contra la trampa de la austeridad que
imponen los organismos internacionales y pidió un cambio de políticas, ya que
las actuales se han demostrado inútiles y además aumentan la desprotección de
la infancia.
En su
opinión, si las familias tienen menos recursos dedicarán más tiempo a trabajar
y menos a cuidar de los niños, que además tendrán más posibilidades de verse
abocados a dejar la escuela y buscar un trabajo. De ahí que unos sistemas de
protección social robustos sean más necesarios que nunca, concluyó Nieto.
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