En la
actualidad, el uso frecuente de ordenadores, tabletas o móviles de última
generación, está dando lugar a que un mayor número de personas padezcan fatiga
visual. Y es que, a la jornada laboral, en la que el trabajador ha de aliarse
cada vez más con pantallas de visualización de datos, hay que sumar los minutos
que pasamos con el ordenador personal u otros elementos relacionados con las
nuevas tecnologías.
Aunque
no está descrita como enfermedad, según apunta María Ángeles López, médico del
trabajo de la Unidad Básica Sanitaria del Servicio de Prevención de Riesgos
Laborales del Sescam en Albacete, se trata de una modificación funcional,
debido a un «funcionamiento excesivo del órgano de la visión». Una posible
causa de padecerla puede ser una mala iluminación, así como otras que deriven
de la propia persona, como algún problema de refracción que no esté corregido o
incluso, alguna patología.
Los
síntomas más comunes son la tensión ocular, pesadez de ojos, picor,
somnolencia, lagrimeo, escozor, necesidad de frotarse los ojos, aumento de
parpadeo y ojos secos, según asegura la médico de trabajo en el Complejo
Hospitalario Universitario de Albacete. Además, existen otras manifestaciones
como cefaleas no muy intensas, mareos, sensación de desasosiego y ansiedad, o
molestias en la nuca. Otras, sin embargo, hacen referencia al hecho de ver
borroso los caracteres de la pantalla, a la dificultad para enfocar los
objetos, ver imágenes dobles o sentir molestias por la luz.
Quizá,
el lugar donde es más recomendable mantener las condiciones óptimas para
prevenir la fatiga visual, sea en el puesto de trabajo, ya que en la mayoría de
los casos es donde más horas pasamos frente al ordenador.
Por
todo esto, «hay que emplear la luz adecuada para cada ambiente de trabajo» ya
que su correcto empleo nos lleva a conseguir una mejor agudeza visual, mayor
rapidez en la visión, mejor contraste y mayor claridad.
Con
estas condiciones, la fatiga visual disminuye, e incluso en lo referente al
ámbito laboral, y en concreto a lo relacionado con la disposición psicológica
del trabajador, «disminuye el número de accidentes y aumenta el rendimiento en
el trabajo», indica López.
Por su
parte, Francisco Díez, delegado provincial del Colegio Nacional de Ópticos y
Optometristas, añade que además de la iluminación adecuada, es recomendable
tener en cuenta la distancia de las pantallas, así como la posición. De esta
manera, la separación media sería igual a la medida del brazo, mientras que la
pantalla debe situarse a la altura de los ojos.
El
tiempo de contacto con la pantalla del ordenador también es importante, así,
«hay que hacer pausas y parpadear», añade María Ángeles López. Y es que, aunque
todo esté correcto, la iluminación esté bien y la persona tenga una buena
agudeza visual, se deben hacer ejercicios preventivos como parpadear para
humedecer los ojos, y no dejarlos secos, o hacer ejercicios de acomodación como
apartar los ojos de la pantalla e intentar fijar la vista en un objetivo
lejano.
Pero si
el avance de las nuevas tecnologías crece rápidamente, las marcas de cristales
también lo hacen, así, dada las circunstancias, no es de extrañar que haya en
el mercado cristales que ayudan a trabajar con el ordenador, y que se pueden
llevar solos e incluso con graduación. Y es que, agrega Díez que ya existen
hasta filtros especiales para jugar al golf o ir a la playa.
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