La proporción entre
afiliados y jubilados de la comunidad gallega representa poco más de la mitad
de la media nacional
Aunque el paro descendió en agosto en Galicia por
cuarto mes consecutivo, la marcha de la economía, de nuevo metida en una
recesión, ha llevado a la comunidad autónoma a registrar uno de sus peores
balances en la relación entre el número de trabajadores que cotizan a la
Seguridad Social y el de pensionistas. Si en España la media se sitúa en 2,3 y
el umbral de la sostenibilidad del sistema de pensiones, según diversos
expertos y teorías económicas, se fija en 2, la comunidad gallega presenta unos
registros muy inferiores, los más bajos al menos desde el año 2007, cuando se
cambió el modelo de afiliación a la Seguridad Social. Así, por cada tres
pensionistas en Galicia solo cotizan cuatro trabajadores, lo que da un ratio de
1,3, ya que hay actualmente 959.652 afiliados a la Seguridad Social por 733.227
perceptores de pensiones.
Por tanto, el ratio entre trabajadores y pensionistas en Galicia representa casi la mitad de la media nacional, con cerca de 17 millones de personas aportando su cotización a la Seguridad Social.
Si bien en la comunidad gallea este ratio siempre estuvo muy por debajo del media del Estado, ahora se ha acentuado la brecha. En 2008 la relación era de 1,47, que bajó a 1,36 en 2009, cayó en2010 a
1,33 para subir en 2011 a
1,35 y situarse ahora en 1,30.
La razón de este descenso en el ratio no es tanto el incremento del número de pensionistas en Galicia, pues actualmente hay solo un millar más que en 2007, como la reducción de los afiliados a la Seguridad Social, que con anterioridad a 2010 siempre estuvo por encima del millón de trabajadores. El acelerado ritmo de destrucción de empleo por la crisis y la marcha de jóvenes al extranjero en busca de oportunidades de trabajo, así como el envejecimiento de la población han llevado a Galicia a esta situación.
"Es un problema para las pensiones, evidentemente, pero el sistema no está en riesgo. Pero claro, por otra parte, no se puede vivir subvencionado permanentemente", opina Domingo Barro, responsable de Formación y Empleo de UGT-Galicia. A ser el sistema de pensiones un modelo nacional solidario, las regiones más ricas son las que equilibran los balances de los territorios con déficit en los que las cotizaciones de los trabajadores no dan para cubrir las necesidades de las pensiones.
Sin embargo, debido a la caída de los ingresos por la crisis, el Estado atraviesa por una situación delicada. Tanto que el Gobierno central, ante el descenso del número de cotizantes, ha tenido que echar mano por primera vez de un fondo de reserva de la Seguridad Social para abonar la paga extra de julio de los pensionistas. El Ejecutivo tuvo que sacar más de 4.000 millones de euros del fondo de Prevención y Rehabilitación, el dinero excedente acumulando durante años de las mutuas que, por cuenta de la Seguridad Social, gestionan las cotizaciones y las prestaciones por incapacidad laboral transitoria por accidentes de trabajo y enfermedades profesionales.
Pero según evolucione el mercado de trabajo y la economía, el Gobierno podría echar mano también de los fondos de reserva de las pensiones, que cuenta con más de 67.000 millones de euros.
Por tanto, el ratio entre trabajadores y pensionistas en Galicia representa casi la mitad de la media nacional, con cerca de 17 millones de personas aportando su cotización a la Seguridad Social.
Si bien en la comunidad gallea este ratio siempre estuvo muy por debajo del media del Estado, ahora se ha acentuado la brecha. En 2008 la relación era de 1,47, que bajó a 1,36 en 2009, cayó en
La razón de este descenso en el ratio no es tanto el incremento del número de pensionistas en Galicia, pues actualmente hay solo un millar más que en 2007, como la reducción de los afiliados a la Seguridad Social, que con anterioridad a 2010 siempre estuvo por encima del millón de trabajadores. El acelerado ritmo de destrucción de empleo por la crisis y la marcha de jóvenes al extranjero en busca de oportunidades de trabajo, así como el envejecimiento de la población han llevado a Galicia a esta situación.
"Es un problema para las pensiones, evidentemente, pero el sistema no está en riesgo. Pero claro, por otra parte, no se puede vivir subvencionado permanentemente", opina Domingo Barro, responsable de Formación y Empleo de UGT-Galicia. A ser el sistema de pensiones un modelo nacional solidario, las regiones más ricas son las que equilibran los balances de los territorios con déficit en los que las cotizaciones de los trabajadores no dan para cubrir las necesidades de las pensiones.
Sin embargo, debido a la caída de los ingresos por la crisis, el Estado atraviesa por una situación delicada. Tanto que el Gobierno central, ante el descenso del número de cotizantes, ha tenido que echar mano por primera vez de un fondo de reserva de la Seguridad Social para abonar la paga extra de julio de los pensionistas. El Ejecutivo tuvo que sacar más de 4.000 millones de euros del fondo de Prevención y Rehabilitación, el dinero excedente acumulando durante años de las mutuas que, por cuenta de la Seguridad Social, gestionan las cotizaciones y las prestaciones por incapacidad laboral transitoria por accidentes de trabajo y enfermedades profesionales.
Pero según evolucione el mercado de trabajo y la economía, el Gobierno podría echar mano también de los fondos de reserva de las pensiones, que cuenta con más de 67.000 millones de euros.