martes, 29 de octubre de 2013

UN ACUSADO DEL ACCIDENTE LABORAL DE UN ALBAÑIL: ´ME COGIERON DE CABEZA DE TURCO´

El administrador de una constructora se enfrenta a dos años de cárcel por la grave caída de un joven obrero desde un tejado un día de lluvia

Dos años y medio de cárcel, multa de 36.000 euros y el pago de 129.200 euros (con un incremento del 30%) en concepto de indemnización. Es la pena que solicita la Fiscalía para A.C.M., administrador de una constructora de Vigo, por las graves lesiones que sufrió un albañil. Era un día de lluvia y el joven peón resbaló y se cayó desde un tejado, sufriendo heridas que le dejaron secuelas que lo incapacitan para el desempeño de su profesión y le causaron también un trastorno orgánico de la personalidad. La fiscal imputa al acusado un delito contra los derechos de los trabajadores y otro de lesiones por imprudencia grave.
El siniestro fue el mediodía del 29 de octubre de 2010. El trabajador, de 20 años, remataba junto a otro peón el cambio de tejado de un edificio de la calle Cruz Blanca. Sustituían la cubierta por otra de tipo panel sándwich. Llovía -había alerta de temporal- y el joven resbaló en la cubierta, que carecía de cualquier tipo de medida de protección colectiva (vallado perimetral, andamios, redes...): se precipitó desde una altura de cuatro pisos y, antes de caerse al suelo, se golpeó contra el tejadillo de uralita de un bar. La Fiscalía sostiene que el herido no recibió formación alguna en materia de seguridad laboral y ahonda en que el imputado se limitó a facilitar un cinturón de seguridad a los obreros, sin sistema de anclaje seguro.
El acusado eludió su responsabilidad en este siniestro, señalando que aunque formalmente figuraba como administrador, él no era en realidad el jefe de la empresa, en la actualidad ya cerrada. "El día del notario no sé ni lo que firmé; yo pensé que iba a ser encargado", afirmó. "Yo era pavimentista, nunca administré ninguna empresa, no tuve ninguna intervención en la obra, no era mi función; me cogieron de cabeza de turco", añadió el imputado, que en la actualidad cobra un subsidio.
El herido y el compañero que estaba con él aquel día sí identificaron al imputado como uno de los que "iba por la obra". "Para mí era el jefe", concretó un trabajador. El relato de ambos peones puso de manifiesto la falta de medidas de seguridad en la obra. El herido, además de secuelas funcionales y estéticas, está a tratamiento psiquiátrico a raíz del accidente.

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