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La excelencia del trasplante hepático
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Juan Carlos García-Valdecasas, nuevo
miembro de la Real
Academia de Medicina de Cataluña
El doctor
Juan Carlos García-Valdecasas entró ayer a formar parte de la Real Academia de
Medicina de Cataluña como miembro electo sucediendo así al doctor Francisco
Climent i Montoliu, de quien quiso destacar «el espíritu de superación y
trabajo». Arropado por familiares, amigos y reconocidos profesionales de la
medicina, el que realizara el primer trasplante hepático del Hospital Clínic de
Barcelona el 16 de junio de 1988 recibió la condecoración de la mano del
presidente de la Generalitat
de Cataluña, Artur Mas, y su discurso fue contestado por el profesor y también
académico Josep Traserra.
La trayectoria profesional del jefe del Servicio de Cirugía
General y Digestiva, Hepatobiliopancreática y Trasplantes del Instituto Clínic
de Enfermedades Digestiva y Metabólicas no puede entenderse sin la figura de su
padre, Francisco García-Valdecasas. «Su ejemplo y dedicación a la medicina
determinó que, desde que tengo uso de razón, decidiese ser médico», aseguró
García-Valdecasas. Y destacó, como hecho que le marcó profundamente siendo aún
un joven de 14 años, el asistir al ingreso de su padre como académico en la
institución que ahora lo acoge. Tampoco pueden entenderse los éxitos cosechados
por García-Valdecasas sin la especial influencia del profesor Cristóbal Pera de
quien aprendió que «el cirujano no puede ser sólo ejecutor de una operación,
tiene que conocer en profundidad la enfermedad y los objetivos del tratamiento,
eso que se denomina el "criterio quirúrgico"». Este afán por comprender
y mejorar no ha dejado de perseguir al ya académico desde entonces.
Por ello, decidió formarse durante un periodo en el extranjero,
concretamente en el Hospital Addenbrooke's de Cambridge, donde pudo comprobar
la importancia del trabajo en equipo. Exportó de Inglaterra ese concepto, entre
otros muchos aprendizajes, y ésa fue, en parte, la clave de que el primer
trasplante de hígado del Clínic fuera un éxito. La creación de una unidad
multidisciplinar sentó un antes y un después, no sólo en la cirugía hepática,
sino también en todo el sistema sanitario. Cabe destacar que el modelo de
coordinación entre especialistas para la obtención de los órganos fue copiado,
primero a nivel autonómico y más tarde por el conjunto de España. El esfuerzo
en formarse y el querer dar lo mejor al paciente se tradujo, además, en unos
resultados excelentes que con el tiempo, no sólo se han mantenido, si no que
han mejorado. «La realidad actual es que los resultados del trasplante hepático
han sobrepasado todas las expectativas que pudiera haber despertado en sus
inicios», cuando estaba todo por hacer, apuntó García-Valdecasas.
Sin embargo, y a pesar de que el Clínic avanzaba en la mejora de
la técnica quirúrgica y del tratamiento al paciente trasplantado realizando
publicaciones que han sentado cátedra a nivel internacional, un límite se hizo
rápidamente visible: la falta de órganos. De la necesidad nació la oportunidad.
El equipo del hospital barcelonés, liderado por el académico, volcó su energía
en aprehender y desarrollar nuevos protocolos. En 2011, el centro realizó el
primer trasplante hepático de donante vivo de España. Desde entonces, «nuestro
programa se ha transformado en el más completo de España, ofreciendo todas las
alternativas para poder llegar a ser trasplantado» velando siempre por
garantizar la ética de toda intervención, aseguró el doctor. Además, su equipo
es el artífice del denominado «Modelo Barcelona» que ha abierto la vía para
trasplantar los órganos de un donante a corazón parado. El Clínic sigue trabajando
por mejorar esta metodología con, por ejemplo, el desarrollo de una bomba a
perfusión que permitiría garantizar la calidad y la viabilidad del injerto.
Pero, lamentablemente, «la situación económica no nos permite seguir trabajando
en esa dirección» con tanto ímpetu, señaló el doctor.
El académico no dejó escapar la ocasión para poner de manifiesto
que todo lo alcanzado hasta ahora corre peligro. Las jóvenes generaciones de
médicos no encuentran compensación al esfuerzo de seguir manteniendo el nivel
e, incluso, superarlo, explicó. Tampoco existen los recursos necesarios para
garantizar que España siga estando a la vanguardia médica y científica.
«Nuestra generación fue capaz de transformar en habitual aquello que, entonces,
era dramático y excepcional», dijo García-Valdecasas. «Pido que las condiciones
sean mínimamente favorables para que la nuevas generaciones tengan la
oportunidad de vivir estas situaciones privilegiadas y sepan reconocerlas»,
dijo.
Un camino privilegiado
El doctor Juan Carlos García-Valdecasas
aseguró en su discurso sentirse un privilegiado por haber podido cocrear el
sistema sanitario que es hoy en día el español. En este sentido, quiso
agradecerle de forma especial a Paloma, su esposa, su apoyo incondicional y su
sacrificio en momentos importantes para él. Nombró a sus hijos, por ser motivo
de orgullo. Y no se olvidó de sus mentores y colegas, por ser fuente de
inspiración y aprendizaje.
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