En un país
desarrollado, donde la mayoría de la gente puede acceder a la terapia
antirretroviral, sería impensable que una madre seropositiva diera el pecho a
su hijo. No es que los médicos nieguen los beneficios de la lactancia materna,
pero sí son conscientes de que existe un riesgo de transmisión del VIH a través de este por otra parte
recomendable alimento. Pero las cosas cambian en zonas donde la terapia
antirretroviral sigue siendo un lujo, así como los chequeos a las mujeres
embarazadas en busca del virus. Son países en los que la transmisión vertical,
lejos de ser una rareza como en España, es una vía frecuente de adquisición del
VIH en bebés.
En esas zonas,
como explica el presidente de la Sociedad Española Interdisciplinaria del Sida
(SEISIDA), David Dalmau, las mujeres seropositivas siguen dando el pecho a sus
hijos, estén o no en tratamiento. Y, a pesar de ello, no todos los bebés
adquieren el virus. Es la 'magia' no universal de la lactancia materna y lo que
hace que organismos como la OMS y UNICEF recomienden a las madres que continúen
con la lactancia.
Un equipo de
investigadores estadounidenses ha dado luz a ese mecanismo protector de la
leche materna que, como subraya Dalmau, ya se conocía. Pero lo que no existía
hasta ahora era un agente al que agradecer que las tasas de transmisión del VIH
sean mucho menores de lo que podrían ser teniendo en cuenta la prevalencia del
VIH y la elevada natalidad de determinados países.
Según publican
en la revista PNAS la responsable de esta protección es
un proteína presente en la leche materna, que neutraliza el VIH acoplándose a
su envoltura. Su nombre es Tenascin-C y fue descrita por primera vez por Harold
Erickson, coautor del estudio, en la década de 1980.
En aquella
época, poco se sabía de la TNC ,
siglas de la proteína, a la quese
adjudicó un papel importante en la curación de heridas, sin
plantearse que tuviera propiedades antimicrobianas.
Ahora, tras
extraer leche materna de mujeres seronegativas y analizarla en el laboratorio,
se ha visto su rol como neutralizante del VIH.
Las
consecuencias de este hallazgo son varias. Más allá del descubrimiento del
mecanismo, se ha puesto sobre la mesa la posibilidad de aplicarla como estrategia de
prevención en los bebés nacidos de madres seropositivas. Se
administraría de forma oral, como se hace con las sales de rehidratación, según
explica en un comunicado Sallie Perman, autora principal del trabajo.
Además, abre la
puerta a la posibilidad de inducir factores inhibidores en la propia leche
materna, como anticuerpos, algo que protegería completamente a los niños.
Dalmau, no
obstante, cree que incluso en estos países se debe intentar evitar esta forma de transmisión por
completo. Por esta razón, SEISIDA colabora con la ONG Vihda (dirigida por
Victorio Torres) en un proyecto para controlar a las madres seropositivas,
ofreciéndoles medios para alimentar con leche de fórmula a sus bebés en
entornos seguros y saludables. "Se trata, por ejemplo, de darles también
filtros de agua para que la leche de fórmula cumpla las condiciones de
nutrición requeridas y los niños, además de estar protegidos frente al VIH, no
mueran por otros motivos", explica a ELMUNDO.ES.
El presidente
de SEISIDA comenta también que otra estrategia posible sería la administración
de leche materna de otras madres seronegativas, algo que se puede llevar a cabo
"en entornos muy pequeños" pero que es inviable a gran escala.
En cualquier
caso, la investigación publicada en 'PNAS' es una buena noticia en la búsqueda
de uno de los objetivos establecidos por los especialistas en VIH de todo el
planeta: eliminar la transmisión del VIH de madres a hijos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.