Asturias - El derrumbamiento dejó atrapado al minero, que
tuvo que ser auxiliado por varios de sus compañeros hasta que llegaron los
equipos de emergencias.
Un trabajador de la mina Emilio de
Loroñe, en el concejo de Colunga, resultaba herido de gravedad ayer, al
comenzar su jornada laboral, tras caerle encima una piedra de grandes
dimensiones. El derrumbamiento dejó atrapado al minero, que tuvo que ser auxiliado
por varios de sus compañeros hasta que llegaron los equipos de emergencias. El
accidente se produjo alrededor de las 15.30 horas, momento en el que se realizó
una llamada al Centro de Coordinación de Emergencias del 112-Asturias, que de
inmediato trasladó hasta la zona al grupo de rescate de Bomberos de Asturias.
En la comunicación se apuntaba que un trabajador había sufrido un accidente y
que parecía tener rotas las piernas y las manos. Poco después se indicaba que
el minero estaba atrapado.
Una vez en la
mina, el equipo de rescate de bomberos accedió al interior del pozo en un
vehículo todoterreno. Recorrieron unos tres kilómetros hasta llegar al punto en
el que se encontraba el accidentado, que ya había sido liberado por sus
compañeros, y procedieron a su evacuación.
Según
informaron fuentes próximas a la investigación, un desprendimiento desplazó al
minero varios metros hacia abajo cuando se disponía a perforar una chimenea
desde la parte baja de la misma. Una piedra de grandes dimensiones se abalanzó
sobre él provocándole importantes lesiones.
O.M.M., de 47
años y vecino de la localidad mierense de Turón, fue trasladado al Hospital
Universitario Central de Asturias (HUCA) en helicóptero, donde llegó a las 18
horas. Ingresó en el servicio de Urgencias con pronóstico grave. Tras las
primeras valoraciones se concluyó que el herido presentaba fracturas en las
extremidades superiores e inferiores, además de un fuerte golpe en la cabeza.
Según fuentes del propio centro hospitalario la gravedad de sus heridas no
supone riesgo alguno para su vida. A falta de más pruebas, el minero quedaba
ayer ingresado en la planta de traumatología del HUCA.
Como marca el
protocolo, el Servicio de Emergencias del 112-Asturias informó del suceso a la
Brigada de Salvamento Minero, al Servicio de Atención Médica Urgente (SAMU),
que movilizó al médico de Colunga y la ambulancia de soporte vital básico de
Ribadesella, a la Guardia Civil y a los técnicos de minas.
No es la
primera vez que esta mina colunguesa registra incidentes de gravedad e incluso
con peores desenlaces. La explotación, situada en la carretera del Fitu, se
cobraba la vida de un trabajador gijonés de 36 años, en diciembre del 2009,
también a causa del desprendimiento de un bloque de piedra mientras
desarrollaba su actividad. El joven accidentado era concretamente delegado de
prevención de la empresa y en el momento del siniestro se encontraba realizando
uno de los recorridos de seguridad que se llevaban a cabo de forma periódica.
En octubre de 2004 y por similares circunstancias, perdía la vida en este mismo
lugar un vecino de la misma localidad de Loroñe, cuando se ocupaba de sanear el
techo de la galería. Seis años antes ya había fallecido otro compañero.
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