El TSJCV ha
ratificado que el padecimiento de agorafobia (miedo a los espacios abiertos) y
un trastorno bipolar es motivo de una incapacidad laboral permanente para
trabajar como dependienta. Se desestima el recurso presentado por la Seguridad Social
contra una resolución anterior donde se dictaminó que las dolencias no le
inhabilitaban para todas las actividades laborales. El TSJCV confirma que esos
padecimientos tienen un alcance funcional tal que le impiden trabajar.